CODEMA19-09-09115
CODEMA19-09-09115
Resumen | Actas de la reunión que el cabildo municipal de Málaga celebró el 11 de enero de 1869. |
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Archivo | Archivo Municipal de Málaga
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Referencia | AMM, actas capitulares, vol. 270, ff. 18r-20v. |
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Typology | Actas y declaraciones |
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Fecha | 1869/01/11 |
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Lugar | Málaga |
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Provincia | Málaga |
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País | España |
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El Ayuntamiento Popular de Málaga se reunió a cabildo
ordinario en su salón de sesiones, sito en la casa número 1º, calle del Císter,
a las 7 ½ de la noche de hoy, lunes once de enero de mil ochocientos sesenta
y nueve. Presidió el alcalde 1º popular don Isidoro Enciso. Asistieron los señores
don José Fernández de Segura, don Joaquín Quiles, don Marcos Gómez de la Tia,
don Antonio Corro Ferrer, don Juan Valera 2º, 4º, 5º, 6º y 9º alcaldes, don Manuel
de Torres Acevedo, don Guillermo Quintana, don Miguel Luque, don Juan Pérez
Meléndez, don José Monerris, don Juan Santa María de la Torre, don Pedro Toscano,
don Rafael Rivas, don Francisco Palanca, don Pascual Miret, don José Cubero
Gabaldón, don Simón Castel Sáenz, don Juan González, don Enrique Mendiola,
don Joaquín Gutiérrez Ortiz, don Antonio Lallave y don Francisco Galán,
regidores.
Se leyó el acta anterior y fue aprobada.
El señor alcalde 1º manifestó al Ayuntamiento le preocupaba la idea
de que pudiera darse el caso de no tener terreno donde inhumar los
cadáveres, toda vez que según el parte del capellán del cementerio de
San Rafael no quedaba lugar más que el preciso para enterrar un
mes bajo la proporción de la mortalidad ordinaria, y preguntó si se
debía acordar que una vez lleno el dicho cementerio, toda vez que
está probado hasta la saciedad que el terreno en que está construido
no reúne las circunstancias a propósito, se despidan los empleados
en aquel, dejando solamente el guarda. No hubo oposición al
pensamiento y se acordó que, cuando concluya el terreno para enterrar en
el cementerio de San Rafael, se cierre este, despidiendo a todos los
empleados escepto al guarda, que debe cuidar no se profane aquel lugar
sagrado. El señor don Francisco Palanca, como consecuencia de este
acuerdo y lamentado haya necesidad de inhumar en el cementerio de San
Miguel, toda vez que no hay otro lugar donde hacerlo cuando sea
llegado el caso de cerrar el de San Rafael, dijo debía prohibirse
terminantemente la exhumación de restos de los cadáveres que procedan de las
epidemias coléridas que se sufrieron en esta ciudad por los años de 1854,
55 y 60, tomando las fechas anteriores y posteriores que la ciencia y la
práctica tiene demostrado ser necesario precaverlas, porque antes del
desarroyo de la enfermedad y después de su desenso, seguramente
existe el contajio, pudiendo ser las fechas desde 1º de julio de 1854 a
31 de enero de 1856, y desde 1º de noviembre de 1859 a 31 de enero
de 1861; y que la exhumación se entienda prohibida no solo de los
cadáveres inhumados en nichos, sino los en las zanjas. Y el
Ayuntamiento unanimemente acordó se prohíba la apertura de nichos
y zanjas que contengan (de todos los) cadáveres inhumados desde
los años citados, teniendo en cuenta la fecha anterior y posterior
marcadas por el señor Palanca.
El señor alcalde 1º dio cuenta a la corporación se le había
presentado doña Teresa Moyó, que con tanta abnegación y
desinterés se había dedicado a la asistencia de los héredos, por los
tristes sucesos del 31 de diciembre último y 1º del corriente,
y le había manifestado que para dar sepultura al cadáver de
un cabo del Ejército a quien ella había estado asistiendo
y por gratitud le llamaba madre, se sirviera dar órdenes
para que le facilitaran una zanja particular que ella abonaría
de su peculio; que le había parecido deber cederla gratis por
deferencia a la señora Moyó que por tantos conceptos es acreedora a la
consideración pública, pero que, como sus atribuciones como
alcalde 1º no le faculta para hacer esta clase de concesiones, pedía que
la corporación se siriviera acordar si había hecho bien en
concederla. Enterado el Ayuntamiento, acordó aprobar la cesión gratis
de una zanja para inhumar el cadáver del cabo del Ejército,
ocupándola solo el tiempo ordinario que se concede en las
sepulturas de esta clase.
Seguidamente, el señor alcalde 1º manifestó se iba a proceder
al sorteo de cuatro vecinos electores de cada uno de los nueve
colegios, para que en unión de los alcaldes de barrios procedan
a distribuir las nuevas cédulas talonarias que han de servir
para la elección de diputados a Cortes, que debe tener lugar
los días 15 al 18 del corriente, como se dispone en el decreto del
gobierno provisional, fecha 20 de diciembre último. Se depositaron
en un bombo de los que sirven para el sorteo de la quinta
tantas papeletas cuantos electores correspondían a cada distrito
electoral con el número que a cada uno correspondía en la lista
numerada base de la elección, y, estrayéndose una a una y leídas
por el infrascrito secretario, fueron nombrados para el distrito
de la Merced, Antonio Aragonés Marín, Juan J. Núñez,
Francisco Esteban, Juan Restoy Martínez; para el del Sagrario,
Nicolás Nogueroles Powell, Miguel Jiménez López, Francisco
Rodríguez Garzón y Rafael Tantalena Plu; para el de San Juan
Antonio Bergua León, Antonio Rayos Ferrer, Francisco Ortiz y
Segundo López Martínez; para el de los Mártires, Francisco
Vario Guerrero, Ildefonso Carnero, Antonio Luque Luque, José
Padilla Moreno; para el de Santiago, José García Martín, Juan
Gómez Morcillo, Juan Heredia, Manuel García Vivar; para
el de Santo Domingo, José Castro, Francisco Corrales, Antonio
Utrera, Salvador Solís; para San Pedro, Antonio Román Linares,
Antonio Bravo Fernández, Diego Ortiz Gil, José Sánchez Martín;
para San Pablo, Juan Lorenzo Vilchez, Antonio Sánchez, Rafael
Osorio y José Cruz; para San Felipe, Bernardo Meléndez Garrido,
Francisco Sánchez Lebrón, José Cordón Camacho y Agustín
Ledesma Fernández.
El señor alcalde 1º hizo presente a la corporación que por
el Boletín extraordinario fecha 9 del corriente se declara disuelta
la Diputación de esta provincia, mandando que el día 14 tenga
lugar el nombramiento de diputados y suplentes de este distrito,
con arreglo al decreto del Gobierno provisional, fecha 12 de
noviembre del año anterior al que se dio lectura, y por lo tanto
debía procederse al nombramiento de dos concejales para que,
en unión de los que elijan los pueblos del partido, hagan la
designación de los diputados, cuya acta deberá remitirse al señor
gobernador de la provincia antes del 17 de este mes. Pedido que
la elección fuese por votación nominal, fueron elegidos por
mayoría el señor alcalde 2º don José Fernández de Segura y regidor
don Rafael Rivas.
Don Juan Rivas Casalá, en escrito fecha 7 de di
ciembre anterior, propone al Ayuntamiento hacerse cargo del
servicio de carros que el Ayuntamiento necesite para el riego
de paseos y obras públicas, por la cantidad de 8500 reales
anuales por cada un carro con su correspondiente tiro, incluso el
jornal del peón conductor, bajo las condiciones que el mismo
escrito espresa. Enterado el Ayuntamiento, acordó pase a informe de las
comisiones de arbolados y obras públicas reunidas.
El señor alcalde 1º manifestó que el Ayuntamiento tenía
adquirida una casa en la calle Muro de Santa Ana con objeto de dar paso
entre las calles de la Victoria y Alcazabilla, pendientes por no haber
podid adquirir otra de la del Pozo del Rey por razón de la exsorvitante
suma que su dueño ecsige, y, con el temor de que al Ayuntamiento le
puedan vender por desamortización la espresada casa del muro de Santa
Ana, consultaba al Ayuntamiento si creía debiera demolerse. Discutido
el particular en votación norminal, unánimamente acordó el
Ayuntamiento se derribe la citada casa de la calle de Santa Ana luego que la
inquilina la desocupe, para lo cual se le dará un término prudencial.
A propuesta del regidor don José Monerris acordó el
Ayuntamiento se forme un estracto de los censos que contienen los cinco libros
que posee el Ayuntamiento, con nota marginal en aquellos que se
hayan redimidos, y que al mismo tiempo se pida a la contaduría
de hipotecas un certificado de lo que resulte inscripto como
propiedad de la corporación.
Salieron los señores Corro, Miret, Santa María, Pérez Meléndez, Castel
y Torres Acevedo.
El señor alcalde 1º juntó a la corporación el estado precario de la
caja municipal, sin recursos de ninguna especie, atenida
esclusivamente a los ingresos por recargos de contribuciones y a lo que
rinde los cementerios públicos, que, aun cuando la corporación
posee bienes de gran cuantía y tratara de enajenarlos, sus pro
ductos no serían de inmediata precepción por los fondos públicos,
toda vez que habían de venderse por desamortización; que también
posee las láminas del tesoro, equivalentes a los bienes propios
engenados, que representan un capital de más de seis millones
nominales; y, como único recurso, proponía se pignorasen en el banco
de esta ciudad por un millón de reales. Conviniendo el Ayuntamiento
que es el único recurso que le queda para salvar la situación
difícil por que atraviesa en la actualidad por falta de fondos, acordó
como propone el señor alcalde pignorar las espresadas láminas en el
banco de esta ciudad por la cantidad de un millón de reales
vellón. Se formará el oportuno espediente.
Se levantó la sesión a las 10 ¼ de la referida noche. Firman
los señores concurrentes, de que certifico. Enciso. [rúbrica] Fernández de Segura. [rúbrica] J. Quiles. [rúbrica] Gómez de la Tia. [rúbrica] Antonio Corro. [rúbrica] Toscano. [rúbrica] Palanca. [rúbrica] Valero. [rúbrica] Castel. [rúbrica] Luque. [rúbrica] Galán. [rúbrica] Monerri. [rúbrica] Quintana. [rúbrica] Santa María. [rúbrica] Miret. [rúbrica] Gonzales. [rúbrica] Mendiola. [rúbrica] Pérez Meléndez. [rúbrica] Torres Acevedo. [rúbrica] Gutiérrez. [rúbrica] Llano. [rúbrica] Cubero. [rúbrica] Pedro Antonio del A. P. [rúbrica] Franscico Lodi,
secretario. [rúbrica]
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