CODEMA19-LAPAVERA-1892-4

CODEMA19-LAPAVERA-1892-4

ResumenNúmero 19 del periódico festivo "La Pavera", año I, 15 de junio de 1892, Manila
ArchivoBiblioteca Virtual de Prensa Histórica
TypologyOtros
Fecha15/06/1892
LugarManila, Filipinas

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LA PAVERA. Periódico festivo TELÉFONO NÚMERO 348. Año I. Manila, 15 Junio de 1892. Número 19. [margen superior: imagen] JUNIO SUMARIO Texto. ​-«Causeries», por Periquito. ​-La cita, por Ventura de la Vega. ​-Historia de una barba (continuación), por Arpad Berczick. ​-Canción, por Eulogio F. Sanz. -Nuestra Revista, por Er- nestina Bíés. -Las golondrinas, por Beranger. -Pensamientos. -Conocimientos útiles. ​-Nuestra correspondencia, por E. B. ​-Anuncios. GRABADOS. -El mes de Junio, composición alegórica, por V. Rivera y Mir. ​-Modas Euro- peas, por Quién. ​-Modas Filipinas, por Cedon- La estatua de Don Sebastián Vidal y Soler, por Ambo. ​-Lenguaje de flores del país, por B. Rira. «CAUSERIES» Un suceso notable y que debe de formar época en la historia del país háse verificado el domingo pasado: la inauguración de la estátua que una suscripción pública ha dedicado á la memoria del sábio botánico Don Sebastián Vidal y Soler. ​El hombre que sus estudios, su ciencia, sus esfuerzos todos los ha consa- grado al conocimiento de las riquezas naturales del Archipiélago, contribuyendo así á que la Patria sepa los productos científicos ó utilitarios que posee, ese hom- bre privilegiado por Dios con especial talento, ese hombre desinteresado y que todo sacrificio ha sido capaz de arrostrar por el engrandecimiento de la Ciencia y de la Patria, merece el puesto preferente que la opinión pública le ha de- signado. ​Por esto, nosotros que sabíamos los viajes de peregrinación de Vidal, si así se nos permite llamarlos, por las provincias del Archipiélago; nosotros que conocíamos personalmente al eminente botánico y á quien con la sencillez encantadora de su carácter habíamos oído narrar las privaciones que tuvo que soportar en sus ex- cursiones científicas, sin darles la importancia y valor que todos reconocíamos en todos los pasos dados por Vidal; por esto, nosotros no podemos menos de aplaudir á los ciudadanos que así ennoblecen la memoria de un hijo de la Pa- tria en este pedazo de tierra española. Ha roto la monotonía de nuestra existencia en este país la representación tea- tral que en honor al poeta Velarde (para cuya desvalida familia eran los pro- ductos de la función) había organizado Don Camilo Millán. ​La novedad de la noche era el estreno de la zarzuela Las dos coronas, letra del Señor Millán y música del Señor Estrella. En honor á la verdad, apenas pude enterarme del argumento de la obra porque lluviosa la noche no pude hacerme cargo de gran parte del verso, como le pasó á la mayoría de los que en el teatro estábamos: ¡no era para menos desaguisado el chaporroteo del agua sobre la techumbre metálica del coliseo! Esta razón y no otra me impide poder juzgar de las bellezas y defectos que pueda tener el libreto, á bien que los demás colegas hánlo ya hecho, dejando tal vez pocos ánimos en su inexperto autor para continuar por la senda que ha emprendido. ​En cuanto á la música... ¡oh, la música!... atrozmente larga, demasiada música, y así no le extrañe al compositor que todos los que de ella hemos hablado lo ha- yamos hecho con relativa falta de benevolencia; y es que nos cogió malhumorados, nos ha dejado destemplados, ya que hizo aparecer mayor el efecto de pobreza escénica y dramática del libreto. ​Porque la música de Estrella es inspirada, caprichosa, delicada en el fraseo; no adolece más que de un defecto que la experiencia corregirá en él: enamo- rarse de los motivos, cogerlos y no querer dejarlos ni á cuatro tirones; nada, lo mismo que si fuera una niña jóven. ​La música de Estrella en Las dos coronas nos indica que es un artista de concepción clara, percepción rápida y que tiene una erudición musical que algunos le envidiarían. ​A Estrella le ahoga su inspiración y su prodigiosa memoria; pero su buen gusto y su talento artístico sabrá colocar en su medio á aquellos factores para llevar á cabo obras que indudablemente hemos de aplaudir. Si otro resultado dió la función del 11 del actual, además del benéfico que por su organizador se perseguía, fue indudablemente el que conociéramos al jóven barítono de la Compañía Raguer-Barbero, que posee una voz llena, de condicio- nes apropiadas para, con algún estudio, llegar á ser notable artista, ya que la gallarda muestra que de sus facultades nos dió el Señor Aguirre en Las dos co- ronas, le ha colocado en lugar distinguido entre los discretos aficionados de esta capital. Periquito. LA CITA Nunca tan bello color dio al horizonte tu llama, astro de eterno fulgor, al esconder tu esplendor la cumbre del Guadarrama. Nunca tu aroma sentí más delicioso que ahora, linda rosa carmesí: nunca tan bella te con las perlas de la aurora. Arroyo, que turbio y feo ayer te deslizar, ¿cómo tan limpio te veo que ya de tu fondo creo las arenillas contar? Galanos campos, que haceis de toda esta pompa alarde, ¿a quién celebrar quereis?... ¿O es, por dicha, que sabeis que viene Laura esta tarde? ​VENTURA DE LA VEGA. HISTORIA DE UNA BARBA NOVELA CORTA. Conclusión. Si, el mónstruo se volvió hácia la pared; se subió la manta hasta el cuello y tomó una posición que anunciaba que estaba decidido á dormirse de nuevo. La sangre se me subió á la cabeza, le arranqué la manta y le dije con voz temblorosa: No dormirás! No quiero que duermas! - Me muero de sueño! LENGUAJE DE FLORES DEL PAIS. Alejandria (rosa de). -Primer amor (ó sea el que sienta toda muchacha jóven y laboriosa por una MÁQUINA SINGER, SILENCIOSA, de las que ABAD despacha por DIEZ REALES SEMANALES) Aroma.- Martirio (que suelen padecer aquellos enamo- rados que no pueden tomar de LA CASTELLANA los magníficos chorizos y carne bien curada (cecina) que tiene Angulo para sus buenos parroquianos). ​Azahar.- Recuerdos (quedan siempre en aquel que ha comprado un billete de lotería de los que sin prima se venden en la TABAQUERÍA NACIONAL, porque le ha to- cado un premio). ​Azucena.- Pureza; (no hay nada tan puro como el VINO MOMPÓ DEL ALMACEN LUZON). ​Amapola.- Sueños de ventura (tiene toda jóven y dama elegante que ha comprado de las riquisimas y preciosas telas de la casa de TORRECILLA Y COMPAÑÍA, PASAGE DE LA PAZ). Ahito.- Poca reflexión (ó ninguna debe de tener el que no comprenda que un relój BASCHMICHD, de los que vende la RELOJERÍA ITALIANA DE A. LAINO, tie- ne, entre otras grandes ventajas sobre el tan ponderado Roskooff, la de tener secundario). Adelfa de rosa.- envenenarás mi existencia (y la de todos con tagarninas compradas al acaso; pero á tiempo me percato, porque de hoy en adelante fumaré de los exquisitos cigarrillos CHORRITOS DE GAMÚ y de los ta- bacos que al estilo de los de Cuba elabora la excelente fábrica LA COMPETIDORA GADITANA). ​Adelfa blanca.- Resentimiento (guarda la novia al novio que le ofrece un retrato hecho en cualquier foto- grafía de poco más ó menos, cuando existe la FOTO- GRAFÍA DE PERTIERRA que hace unos retratos de chipén). ​Artemisa.- Fidelidad (promete la amante á quien le regala un cubre-cama de los hermosísimos que vende el GRAN BAZAR DE CALCUTTA, Escolta 26, donde hay tambien unos pañuelos de seda de China, incompara- bles por su suavidad). ​Agenjo.- Amargura (y no poca debe de sufrir la jo- ven que no pueda hacerse en el BAZAR DEL CISNE unos zapatitos á medida, que tan buen pié la harían). ​Albahaca.- Odio (eterno guardará el elegante al que le engañó llevándole á casa de un sastre que le dejó hecho un adefesio, cuando el sastre de la gente de gusto es FONT, EL SUCESOR DE GIBERT Y FONT). ​Botoncillo blanco.- Constancia (promete la tierna mu- chacha á quien oportunamente la regala una pulsera de LA ESTRELLA DEL NORTE y algún objeto ó mueble artístico de los que tienen LEVY HERMANOS). Botoncillo de rosa.- ¿Serás constante en amarme? (¡Claro! sobre todo si me regalas un buen carruaje cons- truido por PADERN Y FONT). Botoncillo carmesí.- Nunca dudes de mi cariño (pues que te lo he probado, no usando en mi tocado otro JA- BON que el inmejorable de la FÁBRICA DE JÓLO, pre- parado por el SEÑOR GOMEZ PEREZ, segun tu expreso deseo). ​Caballero.- Olvido (pide el desmemoriado por la falta de no acordarse que en LAS NOVEDADES se compran la ropa blanca las personas de gusto). ​Cabiquí.- Timidez (demuestra aquel que á arran- carse una muela; pero en cuanto se entera que le hará la operación ARÉVALO, EL AUTÉNTICO ARÉVALO, de la PLAZA DE GOITI, queda tranquilo y satisfecho aunque le quite toda la dentadura). ​Calachuche. -Indiferencia (se merece del objeto de sus amores el pollo que no se corta el pelo y se manda hacer la barba en la PELUQUERIA ESPAÑOLA, de la calle Real, Intramuros, que se halla montada con todos los requisitos del oficio). Camantigui de fuego.- ¿Por qué dudas de ...? (si yo no escribo en otro papel ni leo otros libros que los que compro en la LIBRERIA NACIONAL, SUCUR- SAL DE RAMIREZ Y C.a, ESCOLTA 12). -Tanto peor para ! -grité, y no pudiendo atormentarme más, me arrojé desesperada en los brazos de Leon: -¿Por qué no me amas ya?​ Dios mío ¿Por qué no me amas ya?​ -añadí. -De dónde sacas eso? -me preguntó con ternura dándome besos en el cuello. -Demasiado lo sabes... No te hagas el ignorante -le dije en tono de reproche. ​Leon calló algunos minutos, luego acercándoseme á la oreja, me preguntó bajito: -¿La barba? -Ciertamente que ! -Pero, ¿qué es lo que te ha hecho mi pobre barba? -En otra ocasión, solo con una palabra mía te hiciste cortar la barba!...​ Oh! entonces éramos todavía novios, y era tu prometida quien te lo pedía!...​ Hoy es tu mujer la que te lo suplica, y haces mofa de sus ruegos! ​Leon se sentó sobre la cama, y cogiéndome la cabeza con las dos manos, me miró los ojos: - la verdad, eres quien me pide el sacrificio? -¿Quién había de ser? -Puede que Mina! -me contestó Leon recalcando sus palabras, escudriñando mis ojos. Una chispa eléctrica no me hubiera desconcentrado más,... sentí que mis mejillas se hinchaban y que mi corazón latía con violencia. Leon lo sabía todo... Es- taba cojida!... Quise desasirme de sus brazos, pero no me soltó y me apretaba con mayor ternura. -Toma esta carta- me dijo -y lee, mujercita mía. Yo lei: Buda-Pest 12 de abril. «Querido amigo: sin duda te sorprenderá encontrar en la primera estación de tu viaje de novios esta carta. No te importunaría en tu dicha, si no tuviera que hacerte una confidencia importante. Felizmente en qué Hotel vas á parar. Pues bien, amigo, he aquí mi confidencia en dos palabras: ¡un gran peligro te amenaza! ​A la vuelta de la estación, cuando te despedimos, mi mujer, Mina, se había llevado la llave de mi escribanía, y fuí también á casa de Volgyesy.​ ¿Qué cosas crees que ? Mi mujer se hallaba con la dueña de la casa en la pieza contigua; se reía estrepitosamente, diciéndole que la tenía llena de curiosidad tu regreso, para ver si venías ó no con barbas: si volvías con las barbas, era señal de que eras el dueño, y sinó, que tu mujer se habría puesto tus panta- lones. ​«Como Madama Volgyesy le preguntara qué es lo que aquello significaba, Mina le contó que ella me había quitado el vicio de mover las piernas única- mente para ponerme bajo sus zapatillas... Y por la misma razón, Victorina te hizo afeitar las barbas cuando novios. ​Así que me enteré de esta historia, corrí in- mediatamente á mi despacho para escribirte esta carta, habiendo hecho la firme resolución de mover mis piernas con más viveza que nunca. «Déjate crecer las barbas para tu bien. ​Quedé aturdida... Pero Leon es tan generoso, que me facilitó mi conversión... llenándome de besos... -No reinemos ni el uno ni el otro, partamos el poder. -¡Oh, León!.... Buda-Pest, 30 de mayo. Mina nos ha hecho hoy por vez primera una visita acompañada de su marido. Al entrar, Mina me ha abrazado y se ha parado sorprendida delante de León: le ha mirado largo tiempo, como si no le conociera. Es este tu marido? -! -No le he reconocido con su barba... -luego recalcando estas palabras, con- tinuó con tono picante: -Lleva de nuevo la barba!... -Perfectamente- contestó León. -Durante el viaje he sufrido mucho de dolor de muelas... Viendo esto Victorina, me ha suplicado que la dejara otra vez, para que me librara de la intemperie... Efectivamente, no he tenido más dolor de muelas, desde entonces! Miré á León con reconocimiento.... Cuán bueno es! y cuán generoso! Nos sentamos.... Arturo empieza á mover sus piernas... Mina le echa miradas muy significativas... Arturo no las observa y continúa en su gimnasia... Mina se muerde los labios... palidece.... Arturo nada y continúa con su movimiento rápido y pronunciado... -Arturo, me atacas los nervios- dice Mina. -Dispensa- contesta Arturo... Se detiene un minuto, y luego empieza su ner- viosa gimnasia. Arpad BERCZICK. CANCIÓN. ¡Ay!... esta noche, alma mía, me has pedido una canción; y, ántes que despunte el día, mi corazón te la envía, , te la envía mi corazón. Solitario en mi aposento, de la péndola al compás, y en sola el pensamiento, siento... No lo que siento, ni lo que siento sentí jamás. Duermes... ¡Buen sueño concilia quien á despertarse, en pós, al calor de la familia!... ¡Qué tu sueño y tu vigilia de bendiciones corone Dios! Que Dios tu existencia pura quiera de goces colmar, y de amor y de ternura, sin que en tan santa ventura tus dulces ojos nuble un pesar. ​Y no olvides, alma mía, al leer esta canción, ¡con cuánta melancolía mi corazón te la envía!... Pues te la envía mi corazón. EULOGIO FLORENTINO SANZ. NUESTRA REVISTA Pocas modificaciones se viene observando en los trajes, pues no ocurren más que las caprichosas, inherentes á persona determinada; y solo haremos notar, que la moda, indecisa entre llevar las mangas cortas, hasta el codo, ó largas, se ha decidido por esta última forma; los cuellos altos, cerrados; los cuerpos ajus- tadísimos; las faldas, lisas, por lo regular, marcan las formas al andar, ayudando á este efecto la misma cola sesgada que hoy se estila, la que si sigue así llegará á adquirir una longitud desmedida, y las enaguas de seda de color, que tanto privan. ​El modelo que presentamos es el de un vestido de bengalina rosa: «el bajo de la falda lleva volante de encaje, al que sirve de cabeza una cinta rayada verde y blanca, sujeta de trecho en trecho por lazadas y nudos de la misma; blusa de encaje blanco sobre transparente de seda rosa, cinturón y corselillo de MODAS FILIPINAS [margen inferior: imagen] MODAS EUROPEAS. [margen inferior: imagen] seda rayada como las cintas, cruzándose y terminando á cada lado con lazadas y caidas». ​Las cintas y lazos privan hoy de tal modo en los trajes que los modistos se ven apurados para dar novedad á la manera de presentarlos, ya que tanto se suelen prodigar en todas las confecciones. Ahora, demos también una ojeada á las transformaciones que en el gusto haya podido sufrir el traje de la mujer filipina, ya que es su vestido de tal con- dición que pocas, muy pocas modificaciones admite, si estas han de ser agrada- blemente caprichosas ó elegantes. Las sayas que están más en uso para días de gala, como quien dice, son: ó de un solo color con bandos de golondrinas pintadas y distribuidas artística- mente por toda la saya; ó el otomano (tejido), color de cielo, y grupos de go- londrinas bordadas con seda torzal negra, llevando los pajaritos el pecho y cola picados con un bordado en hilo de plata. ​En una lámina de este número representamos este bonito capricho del traje de mujer filipina, y en la misma presentamos también á una jóven del país que lleva una saya de piña, color rosa, á cuadritos y que tiene guarnecido el borde con un barrendero blanco. ​El tapis, entre las mestizas pudientes, suele llevarse de rica tela brochada, con los extremos libres doblados en forma de solapa, que es lo que llaman tapis de smockin, guarnecido el doblés con piel de caguan, vulgarmente llamado pani- que, que, indudablemente, avalora y hace resaltar el precioso capricho de esa graciosa prenda. ​Los pañuelos y camisas son de rengue bordados ó sombreados, con dibujos claros y sencillos, notándose en estos cierta tendencia á dar su valor á los tra- bajos artísticos y bajar algún tanto el de los caprichos más ó ménos informes que hasta hace poco privaban. ​Las enaguas se estilan rasantes y van guarnecidas de un encaje ó tira bordada de color. ​Las camisas interiores llevan el borde del escote, por entre las mallas del canesú, con cintas de seda de color que rematan en el pecho para formar un artístico lazo. En alhajas, las dormilonas están en privanza; varios peinecitos iguales ador- nan el peinado; el prendedor se hace indispensable para cualquier caso, y siendo ordinario que cruce el pecho una fina cadenita de oro al que sugeto un relój que tiene su bolsillito hácia la izquierda de la saya. ​Y para que las fiestas y giras al campo del mes pasado tuvieran digna conti- nuación, no faltó en esta quincena una brillantísima soirée celebrada en los sa- lones de los Señores Zobel el sábado pasado, con motivo de celebrar el 12 de actual sus días la dueña de la casa. ​No he de detenerme en hacer la rutinaria descripción de lo que allí nos di- vertimos cuantas estuvimos, porque me parece excusado indicarlo siquiera; pero haré constar que la fama de la distinción y amabilidad con que reciben los Señores de Zobel y las simpatías de que gozan en la Capital, congregó en sus salones de San Miguel á la creme de esta sociedad, viéndose entre ella á los Señores de Despujol, que acudieron allí á felicitar á la Señora Doña Trinidad Ayala de Zobel. ​El rigodon de honor, lo bailó el Señor Zobel con la Señora Condesa de Caspe, y fué digno coronamiento de la fiesta el cotillon que, dirigido por unas inteligentes, se presentó admirable. ​Los dueños de la casa obsequiaron á los concurrentes con un espléndido buffet y todos al retirarse guardaban especial recuerdo de la delicadeza y buen tono con que saben recibir á sus conocimientos los Señores de Zobel. ​Por lo visto, pronto podremos ir á oír Marina, cuyos ensayos, según hemos oido decir, ván adelantados por la compañía Raguer. ¡Lástima que elementos valiosos de las compañías Raguer y Fernandez no se unan para darnos obras representadas debidamente! Ernestina BIÉS. LAS GOLONDRINAS (Traducción de J. Marti-Miquel) Cautivo en tierra africana, á su cadena amarrado, decía así un desdichado, viendo en la extensión lejana un oscuro bando alado: ¡Oh golondrinas parleras! sin duda alguna venís de aquellas frescas riberas, cuna de mis primaveras: ¿no me hablais de mi país? Hace tres años que os pido una memoria querida de aquel rincon escondido, donde un porvenir florido soñaba mi oscura vida; Allí, do mi hogar humea al borde de un arruyelo, que sus cristales pasea por el tapizado suelo: qué ¿no me hablais de mi aldea? Tal vez alguna ha nacido bajo aquel humilde techo que oyó mi primer gemido: tal vez á mi madre ha oido acariciarme en su lecho. Moribunda acaso ahora aún me espera con dolor; cree oir mi voz sonora, y escucha, suspira y llora; ¡Oh! ¿no me hablais de su amor? ¿Se ha casado ya mi hermana? Tal vez visteis allí toda la pequeña caravana de hermanitos, que á su boda fueron aquella mañana. ¿Y aquello fieles testigos de mi niñez, que á enemigos batieron en la pelea, han regresado á la aldea? Habladme de mis amigos. Tal vez pisa el extranjero sus huesos que el sol calicia, tal vez el valle domina y es hoy el dueño altanero de mi pobre casa en ruina. Si mi madre no está allí ni mis amigos tampoco, acordándose de , yo vuestro silencio invoco: no me hableis de ellos así. BERANGER PENSAMIENTOS Ninguna mujer os tratará con más descorte- sia que la que os considere demasiado enamo- rado para abandonarla; su virtud, menos que su orgullo, la hará intratable. Ninon de Len- clos. El amor crea en la mujer una mujer nueva: la de la vispera. De Marana. Casi todos los hombres que hablan mal de las mujeres tienen demasiado buena opinión de ellas. Anónimo El reinado de la belleza es efímero: se le re- conoce con el nombre de tiranía corta y á las mujeres la facultad de hacer desgraciados; pero es necesario que no abusen de ella. - Madame Lambert. Nadie puede decir cosas tan tiernas á la vez Camantigui matizado. -Impaciencia (y grande tengo por saber si LA EQUITATIVA, cuya sucursal se halla establecida en la Escolta, esquina al Pasage de Perez, me aseguraría á la vida; porque ¡cuidado que es un seguro seguro el asegurarse en una casa aseguradora que para responder con seguridad de los asegurados tiene un capital de pfs. 135,000,000). Camantigui de rosa. -Mi corazon es tuyo ( me haces retratar en la FOTOGRAFÍA IMPERIAL). Campanilla. -Celos (tiene la novia del novio que no suele ir á comprar en el MINDANAO el vino gallego, de Quiroga, que despacha este almacén y el riquísimo queso que allí se ). ​Coronilla. -Pureza de sentimientos (tiene aquel preten- diente que toma la soda del ROSARIO, con una copa del excelente COGNAC BISQUIT DUBOUCHE, únicos agentes en Manila J. M. Tuason y Compañía, Goiti 11). Campupot. -Primer suspiro de amor (es el que lanza la adolescente que visita la CONFITERÍA ESPAÑOLA para tomar un riquísimo sorbete). Camuning. -Consuelo (de los malos ratos que se tie- nen en la vida sin las salchichas y butifarras de LA EXTREMEÑA, Pasage de Perez, al lado del Casino Es- pañol). Champaca (1). -Cita (se dan en la PUERTA DEL SOL las amas de casa, porque saben que allí se vende al con- tado, se compra barato y á precio fijo, y que es muy buena la sillería de Viena que por poco trigo se puede adquirir en dicho establecimiento). Ciprés. -Hasta la tumba (llevará el recuerdo de su amado la niña que conserve de él un retrato hecho en la ANTIGUA FOTOGRAFÍA DE VAN-CAMP Y C.ª). Ciprés de abalorios. -Tristes recuerdos (guardará aquel que perdió un bonito sombrero de excelente fieltro que compró en la SOMBRERERÍA DE CÓRDOBA). ​Chichirica. -Veleidad (es el signo del jóven que no usa camisas ni se hace trajes en la CAMISERÍA Y SAS- TRERÍA DE LUIS E. VILLAREAL, Escolta). ​Cinco llagas. -Sufrimiento (y grande es el del potro de buena raza que no lleva arreos del ARNÉS, de V. Ji- meno, calle de Carriedo). ​Clavel. -Alegría (experimenta el triste que consigue amar de los cigarrillos de la TABACALERA y de los tabacos Non Plus Ultra de la COMPAÑIA GENERAL). Clavelina. -Sensaciones varias (experimenta el que se fija en las baterías de cocina que despacha el BAZAR DE VELASCO, capaces por solas de guisar). Campanilla morada. -Deseos de goces (en el BAZAR COSMOPOLITA, que tiene objetos preciosos para el toca- dor de las damas de gusto). ​Campanillas azules. -Juventud (que no sabe lo que son los cigarrillos del PATRIOTA, Asunción 4, Binondo, es juventud que no experimenta los placeres de la edad). ​Campanillas blancas. -Eres muy fría (y para tem- plarte habrá que enviarte una diadema con rubíes y bri- llantes de casa de FELIX Y EMMANUEL ULLMAN). Castuli. -Enojo (sufre de su amo el criado que no le trae los panes, ensaimadas y pasteles de LA PALMA DE MALLORCA). ​Comillo. -Compasión merece el tonto que no sabe que para no bregar con cocineros ni nada que lo parezca, no hay como comer en el CAFÉ DEL RECREO, ahora que se halla á cargo de ALONSO, EL LEGÍTIMO ALONSO de Malabón y Caloócan). Cabello de ángel. -Engaño (sufre aquel que juzgue los encantos de su amada por la FOTOGRAFÍA INGLESA, pues las máquinas de esta tienen la propiedad de sacar hermoseadas las copias). ​Copa ó capa de la reina (puquingan). -Delicias (se ex- perimentan, muerto y todo, si el último servicio se enco- mienda á LA FUNERARIA de la plaza de Goiti 3, el mejor agente para estos casos). [margen inferior: (I) La hora de la cita se conocerá en los pétalos de la cham- paca: si se deja solamente uno, arrancándose los demás, la cita será á la una, y así sucesivamente. Para saber si la cita es por la mañana se cortan las puntas de los pétalos; si por la tarde se rajarán; se dejan intactos si es por la noche.] que profundas como la mujer. -Victor Hugo. ​La mujer es un pequeño animal dulce y ma- ligno, mitad capricho, mitad razón: un conjunto armónico en que se encuentran muchas diso- nancias. -Beaumarchais. ​La mujer más honrada no resiste á la tenta- ción de parecer seductora; y agradándole dar una esperanza, no le disgusta dejar un pesar. -Madame Girardin. La mujer es la llave del pecado. -Orígenes. ​El amor desagrada muchas veces cuando más se esfuerza por agradar; su excesiva ingenuidad le hace importuno. Las mujeres gustan mucho de poder disponer de una mirada en favor de otro, y á semejanza del sol, quieren lucir para todo el mundo. -Madame Reynaud. Con las mujeres sucede lo que con las pa- siones: jamás se cesará de quejarse de ellas, pero siempre se volverá de nuevo. -Jouy. Al abandonar con nobleza al que la abando- na, hácese la mujer superior á lo que pierde. -Madame Stael. La mujer es el intermedio entre Dios y el ángel. -Segur Destouches. No debe de juzgarse á ninguna mujer por informes de otra, porque casi todas tienen la debilidad de creer que se dan á mismas la gloria que quitan á las demás. -Madame Sartory. La hermosura no es más que el fuego de nuestra imaginación, que cambia segun el pais y los siglos. -Saint Aubin ​La mujer es un ángel para su amante y un demonio para quien sea odiado por ella. -Neu- foille. La furia del diablo no es tan maligna como la de la mujer, porque el diablo está solo y la mujer tiene la ayuda del espíritu malo. -Tertu- liano. ​Miéntras el matrimonio no pase de purgato- rio hay que respetarlo; pero si llega á ser un infierno es fuerza disolverlo (?). -Erasmo. El corazón es el lado débil de las mujeres: en sus extravíos, en todas sus acciones sublimes ó insensatas, es el corazón el que las precipita ó las salva. -Madame Dash. Las mujeres no miden toda la extensión de las dificultades, y por eso son atrevidas y á veces poderosas. -Esquirós. ​Una coqueta me parece un saltimbanquis que redobla el tambor y toca el clarín, y vuelve á redoblar y á tocar para que la gente acuda. -Madame Bratin. Hay mujeres que de muy buena gana asisten á un baile medio desnudas; pero si en su casa, enseñando menos carnes, se encuentran de pronto con su marido, correrían ruborizadas á envol- verse en el peinador. -Alfonso Karr. ​Cuando una mujer dice una amiga mía, ha- bla de otra más vieja, más pobre y más fea que ella. -Alfonso Delvau. CONOCIMIENTOS ÚTILES Para convertir el vino tinto en blanco. -Echese en el tonel ciento quince gra- mos de carbón en polvo, de buena ca- lidad, por cada medio litro, se remueve muy bien y se tapa con gran cuidado, haciendo lo mismo ocho días consecu- tivos. Luego que ha cambiado el color del vino, se extrae por la espita y se filtra por un grande embudo cubierto, guarnecido de papel sin cola (papel filtro). ​Se puede hacer la prueba con una botella siguiendo el mismo método, pero echando el carbón proporcional- mente.​ El vino queda con el mismo sa- bor y aroma que ántes, y solo gana en calidad. ​Cultivo de las camelias. -Es delicado el cultivo de la camelia, pero sin nin- guna dificultad pueden conseguirse es- tas hermosas flores. Se colocan estas plantas en un sitio algo sombrío y abrigado de los vientos: se riega por las tardes y ma- ñanas el terreno inmediato para que respire aire húmedo: se limpian con una franela las hojas de la planta de cuando en cuando, porque el polvo las perju- dica mucho. Se riegan con agua dulce, aunque sea de pozo, pero fría y aña- diéndola, en este caso, estiércol de ca- ballerías ó vacas. ​Deben plantarse en tierra de brezo con una décima parte de arena blanca, y el riego tiene que ser moderado, porque la mucha hume- dad pudre las raíces y la demasiada sequedad marchita los capullos.​ Se tras- plantan después de caer la última flor; se aflojan sus raíces con el mayor cui- dado; se cortan con tijeras las que haya podridas; se coloca la planta medio dedo más honda que ántes; se aprieta bien la tierra y se riega dos ó tres ve- ces seguidas.​ Esta operación debe ha- cerse una vez al año. NUESTRA CORRESPONDENCIA. A Una Provinciana. -Uno de los remedios que han dado buen resultado para las tercianas es el siguiente: Se tomarán 24 gramos de café tostado y mo- lido para dos tazas de agua; se harán hervir hasta que disminuya la mitad; se deja reposar; se vierte por inclinación poco á poco (decanta- ción) en una taza para café hasta que esté me- diada, y se acaba de llenar con agua de li- mon. Esta mezcla se á beber al enfermo, ca- liente, en ayunas, el dia de la intermisión; pa- sada una hora puede tomar un caldo quedán- dose en la cama lo restante del día y obser- vando una dieta ligera. Los efectos sensibles de este remedio son unas abundantes cámaras, pero sin retortijones, y un sudor muy abundante; el pulso al prin- cipio muy fuerte, se debilitando poco á poco. Adela P. -Para lavar las mantillas negras de encaje, tul, etcétera, se descosen las piezas de que se compone y pasando una seda por los ojos de la puntilla se hacen las dobleces que re- quiera su tamaño y se mete en un recipiente, verdadero puchero barnizado; se rompen cuatro huevos, y con clara y yema se echan dentro del puchero. En seguida se agita este con violencia hasta que forme espuma, con lo cual se observando que los encajes se van desprendiendo de su grasa y suciedad; conseguido esto, se mudarán varias aguas hasta que consiga su total limpieza; y, en este caso, se saca, se enjuga, y se extiende so- bre una cama de madera para que no tomen mal vicio en la forma. Para hacer la operación, es preciso que con- serve la pieza cierta humedad, se le hilvane una cinta á los extremos, para ponerle sobre el bastidor, en el cual se le dará la tersura nece- saria y se dejará en él hasta que se seque com- pletamente. Despues se cuece un agua de almidon de una fuerza regular, se moja en ella una esponja fina y se pasa muy suavemente sobre la pieza en todas direcciones, teniendo cuidado de no tapar los claros de las mallas; y para evitar esto se tendrá á prevención otra esponjita húmeda con la cual se puede dar un repaso á la pieza almidonada. Como para darles el aderezo necesario siem- pre es bueno el bastidor, hecha la citada ope- ción se debe de enjugar sobre el bastidor y queda esta concluida. P. F. -Para que se cure Usted del mal de aliento, coma Usted en ayunas anís, hinojos ó cilantro, ó beba dos ó tres veces al día agua en que ha- yan hervido hojas de laurel, eneldo, hinojo, ó cilantro. E. B. PERFUMERIA MODERNA -¿Que tienes, niña preciosa? ¿Qué motiva tu aflicción? Dilo y no llores, mimosa. -Si solo quiero una cosa... -, Amaryllis del Japón. 9-ESCOLTA -9 VAPORES-CORREOS DE LA COMPAÑIA TRASATLANTICA DE BARCELONA (ANTES A. LÓPEZ Y C.ª) ​Representada en este Archipielago por la Compañia general de Tabacos de Filipinas. ​LINEA DE FILIPINAS. Prestan el servicio de dicha línea los vapores siguientes: Isla de Luzon. -Isla de Panay. -Isla de Mindanao -San Ignacio de Loyola. -Santo Domingo Salida de Manila para Barcelona y Livérpool, cada cuatro mártes á partir del 1.º de abril de 1890, haciendo las escalas de costumbre en Oriente, y las de Valencia, Cartagena, Cádiz, Lisboa, Vigo, Coruña, y eventual la de Santander. ​De Barcelona salen cada cuatro viérnes, a partir del 1.º de enero de 1890. [margen superior: imagen] LA ESTÁTUA DE DON SEBASTIAN VIDAL Y SOLER inaugurada el 12 del actual en el Jardin Botánico.

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