CODEMA19-LAPAVERA-1892-0

CODEMA19-LAPAVERA-1892-0

ResumenNúmero 2 del periódico festivo "La Pavera", año I, 26 de marzo de 1892, Manila
ArchivoBiblioteca Virtual de Prensa Histórica
TypologyOtros
Fecha26/03/1892
LugarManila, Filipinas

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LA PAVERA. Periódico festivo TELÉFONO NÚMERO 348 Año I. Manila, 26 de Marzo de 1892. Número 2. [margen superior: imagen] NUESTRO PRESIDENTE SUMARIO Texto. Glu-glus, por Periquito. Adan y Eva, por Rosas Ma- nila fin de siécle, por Juan Pa- lomo. Una duda, por Pepito. Paverias, por El de los palo- tes. Picotazos. Anuncios. Grabados. Nuestro Presidente, por V. Rivera y Mir. Cuestión de maña, por Tenteng En las carreras, por Villar. Anuncios, por Ignacio. GLU-GLUS Una temperatura desigual, chubascos inoportunos, han sido el tema de gran parte de las conversaciones en los círculos sociales durante estos días pasados. Y esta temperatura y estos chubascos han servido de base para llevar al tapete de la comidilla diaria las probabilidades de la va- riada temperatura que se ha de sentir en las esferas guberna- mentales allá para el mes de las tormentas, para el mes de Mayo. Todos esperan grandes chubascos de cesantias para dicha época, tan temida como la del trancazo, y nadie se encuentra seguro con tantas calamidades. Porque, á la verdad, después de incendios y temblores, esos movimientos coronarían la obra del Desastre, no dejando en este pais títere con cabeza. Pero, mientras tanto, procuramos pasar esta pesada vida lo mas agradable y ligeramente posible, por lo que buscamos el más pe- queño pretexto para divertirnos. Y de ahi que las carreras de caballos hayan atraido á varias personas que serían capaces de disputarse todos los premios del hipódromo y hacer la carrera en pelo, con tal de no salir pelado de la peluquería política que se está armando en la Metrópoli. Sin embargo, nótase este año menos concurrencia, en estos dos dias pasados, que la habida en los anteriores. Y esto nos prueba una de dos cosas: ó que los aficionados al sport (entiéndase puntos) se han moralizado mucho más que el año an- terior y se retraen de la tentacion de exponer cinco duros á una papeleta del totalizador, ó que el dinero anda por las nubes. Nosotros creemos más probable esta segunda suposición, porque hay punto que no busca más que un pretexto para poder tirar de la oreja á cualquier caballo, aunque sea de cartulina, y es de extrañar vida tan ejemplar. Esto no es decir que con las carreras se mantiene un vicio más ó menos tolerado, porque, si vamos á atacar tan culta diversión, de- biamos de empezar por suprimir el juego de la lotería, y no tolerar el de la gallera, y no pensar siquiera en el tristemente famoso chab- diquí. No obstante, creo que no le faltaba razon á aquel tan buen lite- rato como excelente amigo nuestro, Pedro Groizard, que definió la atracción del totalizador con esta sola frase: «totalizator, palabra inglesa que no significa casa donde se juega.» Este es el principal atractivo de estas carreras de caballos que, organizadas segun las circunstancias de lugar y tiempo, resultan una parodia de las que se verifican allende los mares. Por lo demás, vistosos y preciosos trages, riquisimas confeccio- nes, se han exhibido en la tribuna de Santamesa y de ellos nos ocuparemos dentro de pocos dias, en nuestro primer número ex- traordinario. De caras bonitas, habia más de un millon; y pequeño el es- pacio del hipodromo, en todo el trayecto que á el encaminaba se veia en los balcones rostros agraciados por la Naturaleza, elegan- tes y sencillos trajes que avaloraban bustos preciosos, desafiando las inclemencias de esta estacion tornadiza. Fuera de la exposicion de costosos trajes, puede decirse que la tribuna empezaba en la Escolta y que el hipódromo abarcaba toda la ciudad. Y no vayan Ustedes. á hacer deducciones de una frase cuyo único mérito, en estos tiempos de la soberanía del calembourg, es que no puede entenderse con doble intencion. ¡Verdad es que creo que ni aún tiene la sencilla! Periquito ADAN Y EVA Del sol á los postreros resplandores, desalentado, y triste, y sin ventura, cruza Adan por el árida llanura, devorando en silencio sus dolores. Al pasar los alegres ruiseñores, se acuerda de su Eden con amargura, y piensa sin cesar en su hermosura, y en sus tranquilas fuentes y en sus flores. Eva, que mira su penar doliente, le acompaña á llorar dando un gemido y amorosa le mira tristemente. El entonces, la estrecha conmovido, estampa un beso en su serena frente, y hasta se olvida de su Eden perdido. José Rosas. MANILA FIN DE SIÉCLE La proporción entre el progreso y la vida de los pueblos debe de ser relativa al tiempo. Pero en Manila no es así; Manila progresa á pasos agiganta- dos, de una manera más rápida que el transcurso de los dias. Solo que sus adelantos son sui generis, es decir, propios de Filipinas. La Insular, con sus bue- nos puros y cigarrillos, levanta el crédito del ta- baco filipino. El Louvre tiene su fama tan bien puesta como El Louvre de París. Las Delicias, confiteria de la plaza de Goiti, hace unos helados de primera. El Café Universal, sirve comidas que curan las enfermedades del es- tómago. La Palma de Mallorca hace unos bollos y unas rosquillas que... ni las de la tia Javiera. PADERN Y FONT. uno de los mejores ca- rroceros de Manila. Secker y C.a tiene unos zapatos de Viena y unas corbatas de Sebastopol, que me tienen preocupado hasta comprarlos. El Patriota, Asuncion 4, Binondo, elabora pu- ros y pitillos muy bue- nos. El Bazar Filipino ven- de á precio fijo y al con- tado, bateria de cocina que... cocina sin cocinero. El Mindanao, despa- cha un bacalao sin espi- nas que convierte la abs- tinencia en deleite. Bonifacio Arévalo, plaza de Goiti, arranca sin sentir las muelas. La Extremeña, ha re- cibido una nueva partida de buenos efectos y se ha trasladado al Pasaje de Perez, junto al Casino Español. La Fotografia Ingle- sa, tiene la propiedad de hacer unos retratos que amansan á los in- gleses. La Tabaqueria de la C.a General de taba- cos de Filipinas, ofrece á sus parroquianos su nuevo local y sus buenos productos en la Escolta 31. Las Novedades se hace imprescindible á toda mu- jer que quiera brillar en sociedad. ¿Sombreros de casa de Córdoba? Pues deben de ser excelentés. Ullmann Hermanos, tiene unas alhajas que atrae á toda mujer bo- nita á comprarlas. El Bazar del Cisne hace preciosos zapatos á medida y ofrece objetos de novedad, con toda clase de ventajas. Plaza de Goiti. Para ir hecho un figu- rin debe uno de vestirse en casa de Gibert y Font. El Almacen Luzon, tiene de venta el gran medicamento: unos jamo- nes y un vino Mompó. Para mayor limpieza y porque es útil en todo tocador, es necesario com- prar de los Jabones que prepara la Fábrica de Jólo. De cuando en cuando se crece y nos recuerda que está á la altura de un París, de un Lóndres ó de un Berlin. Y si no, fijémonos un poco en los hechos recientes, y veremos que, salvo algunas variaciones de sexo y lugar, tienen puntos de contacto con los ocurridos en la capital llamada cerebro del mundo. Hubo una época en que el frasco de vitriolo ocupaba allí el sitio preferente en el boudoir de toda madame ó demoiselle que tenia amores; época en la cual el ácido sulfúrico encerrado en elegantes pulseras, -claro está que con las precauciones necesarias, -era el elixir de moda, el que competía con la más fina esencia del heliotropo. La amante desairadaque quería convertirse en vengadora, se apróximaba al interfecto, y después de dirigirle algunas palabras cariñosas y las reconvenciones que eran del caso, si no lograba conquistarle de nuevo, le suplicaba apretase el muelle del brazalete. Por lo general, el galan accedía á la demanda, con la candidez del elefante, y entónces un abundante chorro de vitriolo ó de ácido - trico (tan sólo comparable con las mangueras de Manila, en casos de incendio) surgia del bibelot, abrasando el rostro del infelice y de- jando en él imperecedera huella. No hubo un solo amante que se quejara, que acudiera en demanda de justicia, por aquello de que manos blancas no ofenden. Aquí se ha empezado tambien á poner en práctica el sistema; pero como todo se hace al revés, las vengadoras se convierten en taos y las pulseras en vulgares botellas llenas de corosivos, con los cuales se abrasa, no ya la fisonomía, sinó el... vientre de la desde- ñosa dalaga. Asi se consuma la venganza sin que pierdan nada de su pureza las curvas del rostro de las bellas. Véasa la gacetilla que han publicado uno de estos días, nuestros colegas: «Al Hospital de San Juan de Dios fué remitida una mujer á »curarse varias quemaduras en el vientre, que un bárbaro la » causó arrojándola sobre la saya un frasco de ácido nítrico. El »agresor se dió á la fuga» Nos parece que esto constituye un adelanto no despreciable, y que nos permite esperar que dentro de poco podremos leer sueltos análogos al siguiente: «Ayer un bata desairado arrojó á los pies de su amada, media bo- tella de agua de Carabaña, produciendo en la epidérmis de la dalaga las alteraciones consiguientes.» Tambien las damas celosas podrán dar ocasión á gacetillas por el estilo de esta: «Dos señoras ligeramente vestidas discutian ayer tarde, en el paseo de la Luneta, asuntos de los que afectan al corazón. De re- pente una de ellas arrojó sobre su contrincante una dilución de coquillo que la produjo repentina embriaguez. Según dictámen facultativo, la enfermedad de la interfecta amenaza convertirse en crónica.» Y como todo tiene que llegar, llegará tambien la época en que nos suicidaremos con fósforos, y los reporters podrán relatarlo así: «En la mañana de ayer se encontró al pié del monumento á Ca- rriedo el cadáver del que fué distinguido publicista Señor Littletawn «Practicada la autopsia, vióse que había fallecido á consecuen- cia de la deglución violenta de tres cajas de fósforos, y una acción cuyos caracteres eran ininteligibles. Se supone que se trata de un suicidio, aún cuando se ignoran las causas que hayan podido im- pulsarle á tan funesta determinación. »Las personas que se crean con derecho á la herencia ó á la acción del difunto, pueden pasar á recojer el documento en la redacción del «Yo me lo guiso, yo me lo como.» Juan Palomo. UNA DUDA Tengo yo una vecina muy vivaracha, un poquito coqueta, pero muy guapa, ​¡vaya una niña!, y por añadidura dicen que es rica. ​Tiene en casa un canario que canta mucho y ella que también canta hácele el dúo; y un caballero que la calle pasea forma el terceto. ​La mamá que fué siempre muy reguasona, y á la que hacen gracia todas mis cosas, esta mañana muy cortés me ha invitado á visitarlas. ​Y aquí empiezan mis dudas y mis apuros: por más que la familia me gusta mucho, yo me atortolo ​al pensar que allí puedo servir de estorbo. ​Porque á esas reuniones y esos conciertos, ​aseguro que nunca gracia me hicieron, ​y me disgusta tener que encargarme de la batuta; ​Y con ella en la mano dále que dále ​para que se diviertan la hija y la madre, ​y, sin quererlo, voluntario me encuentre del Himeneo. ​¿Qué hago yo en este caso, señores míos? ¿Cumplo con esa gente, cual buen vecino? ¿O á ello me niego y para ellas resulto todo un cochero? ​PEPITO PAVERIAS SEÑOR DIRECTOR DE La Pavera. Distinguido amigo y compañero: Como le creo á Usted un pavo, muy pavo y de colgante moco (verá Vsted como no falta algún ganso que tome la palabreja en el mal sentido, pero por que la tome,) no me atrevo á negarle al sablazo literario (ó anti-literario por ser mío, como Usted CUESTION DE MAÑANA Van entrando cautelosos á ver como se lo dan; pero diz que este descansa al lado del lapiz rojo, y el que llega a descuidarse no queda para contarlo, II pues lo mala de un plumazo o le el disgusto padre, si el ingenio ó la destreza no salva el inconveniente con que se batalla siempre en la censura de imprenta. quiera) con que me hiere, máxime cuando me hace la digna- ción de acordarse de para honrar mi pseudónimo, incluyéndole entre todos los de esa manada de pavos. ​Pero confieso á V. que no que enviarle. ¿Eh? ¿qué es una excusa? ¡No, señor! me sacudo la cola y... allá va eso. ​Si no gusta, un par de glu-glús... y al cesto. ​Todo menos no complacer á Vsted. Prefiero pasar por hombre que «hace á pluma y á pelo» á pasar por un «palomino... atontado.» ​Allá van, pues, unas cuantas reglas que, según mi opinion, debe Usted de atender con preferencia para que La Pavera no resulte pava de verdad. Mis conocimientos ornitológicos me autorizan para aconsejarle en esta cuestión. ​1.º La Pavera deberá de admitir en su aprisco pavos de todas las especies á excepción de los de la de pavos reales. 2.º Los pavos que figuren en la manada La Pavera no po- drán desplumarse... entre . 3.º Queda terminantemente prohibido á los colaboradores de La Pavera el comer pavo... por compañerismo y respetos á la clase. ​4.º Asimismo se prohíbe á los pavos de La Pavera experi- mentar los efectos del pavo...r. 5.º Bajo ningún pretexto será permitido hablar en sério dentro del aprisco. 6.º Los pavi-tontos (vulgo pelmas) serán admitidos dentro de la reunión la primera vez y... ¡sin ejemplar! 7.º Los aspirantes á colaboradores de La Pavera no podrán usar pañuelo durante un año seguido para ir criando... moco. 8.º Todo individuo con derecho á titularse algo de La Pavera tendrá que ser, por fuerza, gracioso y de ingenio, para desmen- tir la fama de pavos que tienen los... pavos. ​9.º Al que indebidamente se adorne con las plumas del pavo real, se le condenará á quedarse en cañones y se le romperá un alon. 10.º El lema de La Pavera será salero, ingenio y... pavería. 11.º Los calificativos de apavado, apavada, serán una gran honra y solo se concederán en gracia á grandes merecimientos. 12.º En la manada de pavos de La Pavera no habrá más pico que el que se deba... al proveedor de bebidas... aceptables. 13.º Cuando en La Pavera se diga alguna gracia... desgra- ciada, será obligatorio el ponerse colorado como un pavo, para demostrar disgusto. 14.º Los colaboradores de La Pavera deberán de usar, todos, som- breros redondos, de los conocidos por... paveros. ​15.º Todos los pavos de La Pavera deberán de tener muchos ca- ñones, que den fuerza á las plumas, por lo que pueda ocurrir. ​Notas adicionales: I. Ninguno de los que pertenezcan á La Pavera podrá bajo motivo alguno bailar sino cuando se toque La Pavana, Favorita de Luis XIV. II. Los que escriban para La Pavera no deberán hacerlo con toda clase de plumas sino con las propias de la casta, á fin de demostrar que no necesitan vestirse con plumas ajenas. Esto le explicará á Usted querido compañero, los calificativos que al vuelo escribí al principio de la carta, y le autorizó á Usted para que haga de ella el uso que mejor le parezca, por más que esté hecha, como hacen los pavos sus cosas... de golpe y porrazo. El de los Palotes PICOTAZOS Agradecemos á los colegas que han contestado á nuestro saludo, sus frases de benevolencia acerca de nuestra publicacion. ​Por cierto que aún estamos es- perando la estimada visita de nues- tros amables cofrades La Ocea- nía Española, La Voz de España, El Resúmen, La Ilustracion, (I) de Don José Zaragoza, etcétera, etcétera, que, seguramente, no habrán podido ve- nir á esta su casa por sus mu- chas ocupaciones. Pero, «han de venir siempre» ¿verdad? Avisen Ustedes con anticipacion para prepararnos á recibirles dignamente y... colgar los balcones de casa. A nosotros no nos aburrirán Ustedes, los murmuradores, ni nos ahlaga- rán con su parecer vacio-impre- sionista-reventante, y pierden el tiempo si creen otra cosa. Porque ¿qué el periodiquito es malo? ¡Cuánto nos alegramos! ¿Quieren Vstedes tomar algo? ¿Qué es bueno y que tenemos un gran ingenio... en Cuba? ¿Qué nos cuentan Ustedes​? Eso tambien nos alegra. ​[margen inferior: Mucho ojo, cajista, con comerse la importantísima coma aquí puesta.] Y por lo mismo... ¿quieren Vstedes tomar algo? ​Porque seremos casi casi unos zotes, pero en amabilidad y compla- cencia no hay quien nos meta mano. ​Como que si son Ustedes capaces de darse una vueltecita por aquí. Anda 24, entresuelo, no se marchan sin tomar algo. Lo único que podría hacernos efecto y nos haría detener en nuestro camino para separar las piedrecitas que en el encontremos, es el disgusto que pudieran de- mostrarnos la mayoría de nuestros lectores. Y como de estos conocemos la indulgencia y nos aceptan tales como somos y con nuestro modo de ser peculiar, seguiremos ade- lante con los faroles, dando gusto á los señores. ​El Comercio, noticia el martes pasado, hallarse expuestos en un establecimiento de la Escolta los premios de belleza. Nos ha extrañado, en verdad, que no hiciera constar que con esos estaban los de simpatia del cer- támen tan discretamente abierto por uno de nuestros cofrades. ​Título de uno de los grabados de La Ilustración (coma) de Don José Zaragoza, etcétera, etcétera. SINGER, y su simpático agente Don Juan M. Abad merecen una estátua por haber hecho cono- cer en estas Islas las famosas máquinas silencio- sas, adquiribles por diez reales semanales. 9-Escolta-9. Nuestra Señora de la Paz y Buen Viaje es una - brica de tabacos, de fama, Asunción, Binondo. La Exportadora elabora unos excelentes puros y no menos excelentes cigarri- llos que son muy apete- cidos. La fotografia pertie- rra retrata admirable- mente á todo el que se ponga delante de su foco. Cerveceria de Barre- to, en la Escolta, despacha la cerveza de San Miguel, que es tónica, estomacal, reconstituyente, etcétera. LA COMPAÑIA GENERAL DE TABACOS DE FILIPINAS Con su variedad grande de puros y cígarrillos tiene para todos los gastos. El Restaurant y Dul- ceria de Paris, hace que la Escolta se vea más con- currida y que todos caigan en la tentacion de entrar en el. Confiteria Española, .....sus señas...... las saben todos los que se tratan bien. La Tabaqueria Nacio- nal, tiene muy buenos tabacos de todas menas y fábricas. La Funeraria, con su buen servicio se hace acree- dora á que la recomende- mos á todos los que vayan á morirse. 3-Goiti-3. La Estrella del Nor- te tiene unos relojes Ros- koff tan buenos que no hay quien resista á la tentación de adquirirlos. La Castellana, tiene viveres frescos para servir esta Cuaresma á sus par- roquianos. La antigua Fotografia de Van-Camp, es una de las mejores fotografias de mundo. La Competidora Gaditana, del Señor Caruana, tiene unos puros que, con sus cigarrillos Chorritos de Gamú, dan un rato delicioso. Han llegado grandes par- tidas del inmejorable Cog- ñac Bisquit Doubouché, agentes en Manila, J. M. Tuason y C.a Plaza Goiti 11 La Puerta del Sol vende al contado cosas buenas, bonitas y baratas. Torrecilla y C.a cen- tro de la elegancia. La Flor de Cataluña es de las librerias que traen más libros científicos. El Rosario, Real de In- tramuros, no tiene tiempo para atender á tantos en cargos de aguas gaseosas como le hacen de provin- cias. «Indias campestres». ​¿Está segura La Ilustración -no la quiero citar con su apellido de Filipina para evitar me demanden ... por injuria y calumnia, -está segura, repito, de que en ese caso no se debe de emplear con más propiedad el adjetivo campesina? Déjese Usted de poner motes, (que luego se quedan), porque cuando menos lo piense puede cometerse con Usted el error imperdonable siem- pre) de llamarle La Ilustración ... papayesca. ​Susúrrase la creación en esta Ca- pital de un Ateneo en el que será condición precisa para ingresar la patente de sabio, adquirida en las luchas nobles y pacíficas de la inte- ligencia. Y hemos oído decir, que en breve será un hecho el proyecto, y que está escribiendo el discurso inau- gural un vecino de aristocrática cal- zada, reconocido como hombre de peso y gracioso, por cuyas circuns- tancias está indicado para la pre- sidencia del citado centro científico. ​Dícese asimismo que contestará á su brillante oración, otro señor ve- cino de populoso arrabal, que, aun- que hombre de peso también, no tiene la sal que su coasociado. Si obtenemos nota de los temas de esos trabajos literarios, tendre- mos especial satisfaccion en darla á conocer á nuestros lectores. Es necesario saber leer, y leer de corrido. Porque bien claro deciamos en nuestro primer glu-glú, que noso- tros no somos pavos, ni cosa que lo valga. Y que si queremos parecernos á ellos, es para atraer á la manada á capítulo, por los muchos que andan descarriados por esos mun- dos de Dios. ​La Pavera, al aparecer en el aprisco, viene atraida por un fin hu- manitario. Regenerar á la desprestigiada fa- milia de los pavos, que, sin una mano cariñosa que la encamine marcha á su ruina. Porque con demasiada frecuen- cia meten hasta... la pata. ¡Y que no es pata, y pesada, una pata de pavo! El Asuang, despues de dedicarnos frases que agradecemos en el alma, dice que lo unico que no le agrada en La Pavera es «el título y la alegoria, porque es dar importancia á lo que no la tiene.» Comprendemos esta opinion del co- lega y la respetamos; y pasando como sobre áscuas por este asunto para no lastimar á nadie que hoy pudiera darse por resentido, le re- comendamos se fije en nuestro credo, que repetimos en esta misma seccion. ¡Ah! ¡Y que no sea tan susceptible! Y dice El Eco encabezando un articulo: (Articulo sin pies y sin cabeza para recomendar una cerveza.) ¿Sin cabeza y sin piés?... Pues ya se de quien es. Seguramente de Pero Nuño, Fausto ó compañeros... articulistas. ¡Cielos! Será verdad? Dentro de pocos días, segun los colegas, se repartirá el primer tomo de la Biblioteca Histórico-Filipina. Francamente, son tantas las ve- ces que hemos oido decir lo mismo, que necesitamos verlo para creerlo. No porque desconfiemos de la pa- labra honrada de nadie, no, nada de eso. Sino que en casos como el pre- sente, con verlo basta. «Paso al azúcar y al MARTIN GALA americano.» Buen título para un artículo de fondo; mejor dicho, de fonda. Pero conste que este artículo es del Eco. ​Y á propósito de cañonazo. ​Al Eco le ha chocado que ha- yamos publicado el retrato de nues- tro decano. ​No se preocupe ni se despeche por esto el colega, porque á cada cual le llegará su turno. Y día vendrá en que presentemos al público el del aspirante á la plaza. Cuyos méritos son los únicos que, á nuestro juicio, deben de discutirse. Y nosotros, Dios mediante, se los discutiremos. Porque, aúnque recien nacida La Pavera, y «somos chiquititos, mañana creceremos,» cosa que al Eco no le puede suceder. Porque ha dado ya de todo lo que podía dar. Uno de los sportmens más ca- racterizados en cuestiones de sport nos ha explicado, que los tickets en tinta verde que dicen: «entrada al patio», daban solamente derecho para ir á... la cuadra en estos dias de carreras. Esto nos ha parecido un poco shocking, máxime cuando en estos billetes, vimos la palabra PRENSA. ¿Si será esa (la cuadra) la tribuna donde esperará la Junta Directiva del Jockey-Club á la Prensa? VAPORES-CORREOS DE LA COMPAÑÍA TRANSATLANTICA DE BARCELONA (ANTES A. LOPEZ Y C.a) REPRESENTADA EN ESTE ARCHIPIÉLAGO POR LA COMPAÑÍA GENERAL DE TABACOS DE FILIPINAS. LINEA DE FILIPINAS. Prestan el servício de dicha línea los vapores siguientes: Isla de Luzon. Isla de Panay. Isla de Minda- nao. San Ignacio de Loyola. Santo Domingo. Salida de Manila para Barcelona y Liverpool, cada cuatro mártes á partir del 1.º de abríl de 1890, haciendo las escalas de costumbre en Oriente, y las de Valencia, Cartagena, Cádiz, Lisboa, Vigo, Coruña, y eventual la de Santander. De Barcelona salen cada cuatro viérnes, á partir del 10 de enero de 1890. PERFUMERIA MODERNA Alma, vida y corazon diera mi hermosa vecina al que un frasco la comprara de Amaryllis del Japon. 9 ESCOLTA 9 LA PAVERA Periódico semanal, festivo é ilus- trado. Se publica los sábados. Los dias 15 y 30 de cada mes se repartirá además un número extra- ordinario que contendrá revista de salones, modas y composiciones lite- rarias que dedicamos á nuestras sus- criptoras. En Manila y provincias, pfs 0,50 ​al mes, pago adelantado. Número corriente pfs 0,15; atra- sado, pfs 1,20. La correspondencia al Director del periódico, Anda, 4, entresuelo. - Teléfono número 348. EN LAS CARRERAS [margen superior: imagen] Dáte prisa, que nos mojamos y no encontraremos sitio. No faltarán en la tribuna pavos que nos cedan sus asientos

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