CODEMA19-LAPAVERA-1892-0
CODEMA19-LAPAVERA-1892-0
Resumen | Número 2 del periódico festivo "La Pavera", año I, 26 de marzo de 1892, Manila |
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Archivo | Biblioteca Virtual de Prensa Histórica |
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Typology | Otros |
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Fecha | 26/03/1892 |
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Lugar | Manila, Filipinas |
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LA PAVERA.
Periódico festivo
TELÉFONO NÚMERO 348
Año I. Manila, 26 de Marzo de 1892. Número 2.
[margen superior: imagen] NUESTRO PRESIDENTE
SUMARIO
Texto. – Glu-glus, por Periquito.
– Adan y Eva, por Rosas – Ma-
nila fin de siécle, por Juan Pa-
lomo. – Una duda, por Pepito.
– Paverias, por El de los palo-
tes. – Picotazos. – Anuncios.
Grabados. – Nuestro Presidente,
por V. Rivera y Mir. – Cuestión
de maña, por Tenteng – En las
carreras, por Villar. – Anuncios,
por Ignacio.
GLU-GLUS
Una temperatura desigual, chubascos inoportunos, han sido el
tema de gran parte de las conversaciones en los círculos sociales
durante estos días pasados.
Y esta temperatura y estos chubascos han servido de base para
llevar al tapete de la comidilla diaria las probabilidades de la va-
riada temperatura que se ha de sentir en las esferas guberna-
mentales allá para el mes de las tormentas, para el mes de Mayo.
Todos esperan grandes chubascos de cesantias para dicha época,
tan temida como la del trancazo, y nadie se encuentra seguro
con tantas calamidades.
Porque, á la verdad, después de incendios y temblores, esos
movimientos coronarían la obra del Desastre, no dejando en este
pais títere con cabeza.
Pero, mientras tanto, procuramos pasar esta pesada vida lo mas
agradable y ligeramente posible, por lo que buscamos el más pe-
queño pretexto para divertirnos.
Y de ahi que las carreras de caballos hayan atraido á varias
personas que serían capaces de disputarse todos los premios del
hipódromo y hacer la carrera en pelo, con tal de no salir pelado
de la peluquería política que se está armando en la Metrópoli.
Sin embargo, nótase este año menos concurrencia, en estos dos
dias pasados, que la habida en los anteriores.
Y esto nos prueba una de dos cosas: ó que los aficionados al sport
(entiéndase puntos) se han moralizado mucho más que el año an-
terior y se retraen de la tentacion de exponer cinco duros á una
papeleta del totalizador, ó que el dinero anda por las nubes.
Nosotros creemos más probable esta segunda suposición, porque
hay punto que no busca más que un pretexto para poder tirar
de la oreja á cualquier caballo, aunque sea de cartulina, y es de
extrañar vida tan ejemplar.
Esto no es decir que con las carreras se mantiene un vicio más ó menos tolerado, porque, si vamos á atacar tan culta diversión, de-
biamos de empezar por suprimir el juego de la lotería, y no tolerar
el de la gallera, y no pensar siquiera en el tristemente famoso chab-
diquí.
No obstante, creo que no le faltaba razon á aquel tan buen lite-
rato como excelente amigo nuestro, Pedro Groizard, que definió la
atracción del totalizador con esta sola frase: «totalizator, palabra
inglesa que no significa casa donde se juega.»
Este es el principal atractivo de estas carreras de caballos que,
organizadas segun las circunstancias de lugar y tiempo, resultan
una parodia de las que se verifican allende los mares.
Por lo demás, vistosos y preciosos trages, riquisimas confeccio-
nes, se han exhibido en la tribuna de Santamesa y de ellos nos
ocuparemos dentro de pocos dias, en nuestro primer número ex-
traordinario.
De caras bonitas, habia más de un millon; y pequeño el es-
pacio del hipodromo, en todo el trayecto que á el encaminaba se
veia en los balcones rostros agraciados por la Naturaleza, elegan-
tes y sencillos trajes que avaloraban bustos preciosos, desafiando
las inclemencias de esta estacion tornadiza.
Fuera de la exposicion de costosos trajes, puede decirse que la
tribuna empezaba en la Escolta y que el hipódromo abarcaba toda la
ciudad.
Y no vayan Ustedes. á hacer deducciones de una frase cuyo único
mérito, en estos tiempos de la soberanía del calembourg, es que
no puede entenderse con doble intencion.
¡Verdad es que creo que ni aún tiene la sencilla!
Periquito
ADAN Y EVA
Del sol á los postreros resplandores,
desalentado, y triste, y sin ventura,
cruza Adan por el árida llanura,
devorando en silencio sus dolores.
Al pasar los alegres ruiseñores,
se acuerda de su Eden con amargura,
y piensa sin cesar en su hermosura,
y en sus tranquilas fuentes y en sus flores.
Eva, que mira su penar doliente,
le acompaña á llorar dando un gemido
y amorosa le mira tristemente.
El entonces, la estrecha conmovido,
estampa un beso en su serena frente,
y hasta se olvida de su Eden perdido.
José Rosas.
MANILA FIN DE SIÉCLE
La proporción entre el progreso y la vida de los pueblos debe
de ser relativa al tiempo.
Pero en Manila no es así; Manila progresa á pasos agiganta-
dos, de una manera más rápida que el transcurso de los dias. Solo
que sus adelantos son sui generis, es decir, propios de Filipinas.
La Insular, con sus bue-
nos puros y cigarrillos,
levanta el crédito del ta-
baco filipino.
El Louvre tiene su
fama tan bien puesta como
El Louvre de París.
Las Delicias, confiteria
de la plaza de Goiti, hace
unos helados de primera.
El Café Universal,
sirve comidas que curan
las enfermedades del es-
tómago.
La Palma de Mallorca
hace unos bollos y unas
rosquillas que... ni las de
la tia Javiera.
PADERN Y FONT.
uno de los mejores ca-
rroceros de Manila.
Secker y C.a tiene unos
zapatos de Viena y unas
corbatas de Sebastopol, que
me tienen preocupado hasta
comprarlos.
El Patriota, Asuncion
4, Binondo, elabora pu-
ros y pitillos muy bue-
nos.
El Bazar Filipino ven-
de á precio fijo y al con-
tado, bateria de cocina
que... cocina sin cocinero.
El Mindanao, despa-
cha un bacalao sin espi-
nas que convierte la abs-
tinencia en deleite.
Bonifacio Arévalo,
plaza de Goiti, arranca
sin sentir las muelas.
La Extremeña, ha re-
cibido una nueva partida
de buenos efectos y se
ha trasladado al Pasaje
de Perez, junto al Casino
Español.
La Fotografia Ingle-
sa, tiene la propiedad
de hacer unos retratos
que amansan á los in-
gleses.
La Tabaqueria de la
C.a General de taba-
cos de Filipinas, ofrece
á sus parroquianos su
nuevo local y sus buenos
productos en la Escolta 31.
Las Novedades se hace
imprescindible á toda mu-
jer que quiera brillar en
sociedad.
¿Sombreros de casa de
Córdoba? Pues deben de
ser excelentés.
Ullmann Hermanos,
tiene unas alhajas que
atrae á toda mujer bo-
nita á comprarlas.
El Bazar del Cisne
hace preciosos zapatos á
medida y ofrece objetos
de novedad, con toda clase
de ventajas.
Plaza de Goiti.
Para ir hecho un figu-
rin debe uno de vestirse
en casa de Gibert y Font.
El Almacen Luzon,
tiene de venta el gran
medicamento: unos jamo-
nes y un vino Mompó.
Para mayor limpieza y
porque es útil en todo
tocador, es necesario com-
prar de los Jabones que
prepara la Fábrica de
Jólo.
De cuando en cuando se crece y nos recuerda que está á la
altura de un París, de un Lóndres ó de un Berlin.
Y si no, fijémonos un poco en los hechos recientes, y veremos
que, salvo algunas variaciones de sexo y lugar, tienen puntos de
contacto con los ocurridos en la capital llamada cerebro del mundo.
Hubo una época en que el frasco de vitriolo ocupaba allí el sitio
preferente en el boudoir de toda madame ó demoiselle que tenia
amores; época en la cual el ácido sulfúrico encerrado en elegantes
pulseras, -claro está que con las precauciones necesarias, -era el elixir
de moda, el que competía con la más fina esencia del heliotropo.
La amante desairadaque quería convertirse en vengadora, se
apróximaba al interfecto, y después de dirigirle algunas palabras
cariñosas y las reconvenciones que eran del caso, si no lograba
conquistarle de nuevo, le suplicaba apretase el muelle del brazalete.
Por lo general, el galan accedía á la demanda, con la candidez del
elefante, y entónces un abundante chorro de vitriolo ó de ácido ní-
trico (tan sólo comparable con las mangueras de Manila, en casos de
incendio) surgia del bibelot, abrasando el rostro del infelice y de-
jando en él imperecedera huella.
No hubo un solo amante que se quejara, que acudiera en
demanda de justicia, por aquello de que manos blancas no ofenden.
Aquí se ha empezado tambien á poner en práctica el sistema; pero
como todo se hace al revés, las vengadoras se convierten en taos
y las pulseras en vulgares botellas llenas de corosivos, con los
cuales se abrasa, no ya la fisonomía, sinó el... vientre de la desde-
ñosa dalaga. Asi se consuma la venganza sin que pierdan nada
de su pureza las curvas del rostro de las bellas.
Véasa la gacetilla que han publicado uno de estos días, nuestros
colegas:
«Al Hospital de San Juan de Dios fué remitida una mujer á
»curarse varias quemaduras en el vientre, que un bárbaro la
» causó arrojándola sobre la saya un frasco de ácido nítrico. El
»agresor se dió á la fuga»
Nos parece que esto constituye un adelanto no despreciable,
y que nos permite esperar que dentro de poco podremos leer
sueltos análogos al siguiente:
«Ayer un bata desairado arrojó á los pies de su amada, media bo-
tella de agua de Carabaña, produciendo en la epidérmis de la
dalaga las alteraciones consiguientes.»
Tambien las damas celosas podrán dar ocasión á gacetillas por
el estilo de esta:
«Dos señoras ligeramente vestidas discutian ayer tarde, en el
paseo de la Luneta, asuntos de los que afectan al corazón. De re-
pente una de ellas arrojó sobre su contrincante una dilución
de coquillo que la produjo repentina embriaguez. Según dictámen
facultativo, la enfermedad de la interfecta amenaza convertirse
en crónica.»
Y como todo tiene que llegar, llegará tambien la época en que
nos suicidaremos con fósforos, y los reporters podrán relatarlo así:
«En la mañana de ayer se encontró al pié del monumento á Ca-
rriedo el cadáver del que fué distinguido publicista Señor Littletawn
«Practicada la autopsia, vióse que había fallecido á consecuen-
cia de la deglución violenta de tres cajas de fósforos, y una acción
cuyos caracteres eran ininteligibles. Se supone que se trata de un
suicidio, aún cuando se ignoran las causas que hayan podido im-
pulsarle á tan funesta determinación.
»Las personas que se crean con derecho á la herencia ó á la
acción del difunto, pueden pasar á recojer el documento en la
redacción del «Yo me lo guiso, yo me lo como.»
Juan Palomo.
UNA DUDA
Tengo yo una vecina
muy vivaracha,
un poquito coqueta,
pero muy guapa,
¡vaya una niña!,
y por añadidura
dicen que es rica.
Tiene en casa un canario
que canta mucho
y ella que también canta
hácele el dúo;
y un caballero
que la calle pasea
forma el terceto.
La mamá que fué siempre
muy reguasona,
y á la que hacen gracia
todas mis cosas,
esta mañana
muy cortés me ha invitado
á visitarlas.
Y aquí empiezan mis dudas
y mis apuros:
por más que la familia
me gusta mucho,
yo me atortolo
al pensar que allí puedo
servir de estorbo.
Porque á mí esas reuniones
y esos conciertos,
aseguro que nunca
gracia me hicieron,
y me disgusta
tener que encargarme
de la batuta;
Y con ella en la mano
dále que dále
para que se diviertan
la hija y la madre,
y, sin quererlo,
voluntario me encuentre
del Himeneo.
¿Qué hago yo en este caso,
señores míos?
¿Cumplo con esa gente,
cual buen vecino?
¿O á ello me niego
y para ellas resulto
todo un cochero?
PEPITO
PAVERIAS
SEÑOR DIRECTOR DE La Pavera.
Distinguido amigo y compañero:
Como le creo á Usted un pavo, muy pavo y de colgante moco
(verá Vsted como no falta algún ganso que tome la palabreja
en el mal sentido, pero por mí que la tome,) no me atrevo á negarle
al sablazo literario (ó anti-literario por ser mío, como Usted
CUESTION DE MAÑANA
Van entrando cautelosos
á ver como se lo dan;
pero diz que este descansa
al lado del lapiz rojo,
y el que llega a descuidarse
no queda para contarlo,
II
pues lo mala de un plumazo
o le dá el disgusto padre,
si el ingenio ó la destreza
no salva el inconveniente
con que se batalla siempre
en la censura de imprenta.
quiera) con que me hiere, máxime cuando me hace la digna-
ción de acordarse de mí para honrar mi pseudónimo, incluyéndole
entre todos los de esa manada de pavos.
Pero confieso á V. que no sé que enviarle. ¿Eh? ¿qué es una
excusa? ¡No, señor! me sacudo la cola y... allá va eso.
Si no gusta, un par de glu-glús... y al cesto.
Todo menos no complacer á Vsted.
Prefiero pasar por hombre que «hace á pluma y á pelo» á
pasar por un «palomino... atontado.»
Allá van, pues, unas cuantas reglas que, según mi opinion, debe
Usted de atender con preferencia para que La Pavera no resulte…
pava de verdad.
Mis conocimientos ornitológicos me autorizan para aconsejarle
en esta cuestión.
1.º La Pavera deberá de admitir en su aprisco pavos de todas
las especies á excepción de los de la de pavos reales.
2.º Los pavos que figuren en la manada La Pavera no po-
drán desplumarse... entre sí.
3.º Queda terminantemente prohibido á los colaboradores de
La Pavera el comer pavo... por compañerismo y respetos á la clase.
4.º Asimismo se prohíbe á los pavos de La Pavera experi-
mentar los efectos del pavo...r.
5.º Bajo ningún pretexto será permitido hablar en sério dentro
del aprisco.
6.º Los pavi-tontos (vulgo pelmas) serán admitidos dentro
de la reunión la primera vez y... ¡sin ejemplar!
7.º Los aspirantes á colaboradores de La Pavera no podrán
usar pañuelo durante un año seguido para ir criando... moco.
8.º Todo individuo con derecho á titularse algo de La Pavera
tendrá que ser, por fuerza, gracioso y de ingenio, para desmen-
tir la fama de pavos que tienen los... pavos.
9.º Al que indebidamente se adorne con las plumas del pavo
real, se le condenará á quedarse en cañones y se le romperá
un alon.
10.º El lema de La Pavera será salero, ingenio y... pavería.
11.º Los calificativos de apavado, apavada, serán una gran
honra y solo se concederán en gracia á grandes merecimientos.
12.º En la manada de pavos de La Pavera no habrá más
pico que el que se deba... al proveedor de bebidas... aceptables.
13.º Cuando en La Pavera se diga alguna gracia... desgra-
ciada, será obligatorio el ponerse colorado como un pavo, para
demostrar disgusto.
14.º Los colaboradores de La Pavera deberán de usar, todos, som-
breros redondos, de los conocidos por... paveros.
15.º Todos los pavos de La Pavera deberán de tener muchos ca-
ñones, que den fuerza á las plumas, por lo que pueda ocurrir.
Notas adicionales:
I. Ninguno de los que pertenezcan á La Pavera podrá bajo
motivo alguno bailar sino cuando se toque La Pavana, Favorita
de Luis XIV.
II. Los que escriban para La Pavera no deberán hacerlo con
toda clase de plumas sino con las propias de la casta, á fin de
demostrar que no necesitan vestirse con plumas ajenas.
Esto le explicará á Usted querido compañero, los calificativos que
al vuelo escribí al principio de la carta, y le autorizó á Usted para
que haga de ella el uso que mejor le parezca, por más que esté
hecha, como hacen los pavos sus cosas... de golpe y porrazo.
El de los Palotes
PICOTAZOS
Agradecemos á los colegas que han
contestado á nuestro saludo, sus
frases de benevolencia acerca de
nuestra publicacion.
Por cierto que aún estamos es-
perando la estimada visita de nues-
tros amables cofrades La Ocea-
nía Española, La Voz de España,
El Resúmen, La Ilustracion, (I)
de Don José Zaragoza, etcétera, etcétera, que,
seguramente, no habrán podido ve-
nir á esta su casa por sus mu-
chas ocupaciones.
Pero, «han de venir siempre»
¿verdad?
Avisen Ustedes con anticipacion para
prepararnos á recibirles dignamente
y... colgar los balcones de casa.
A nosotros no nos aburrirán Ustedes,
los murmuradores, ni nos ahlaga-
rán con su parecer vacio-impre-
sionista-reventante, y pierden el
tiempo si creen otra cosa.
Porque ¿qué el periodiquito es
malo?
¡Cuánto nos alegramos!
¿Quieren Vstedes tomar algo?
¿Qué es bueno y que tenemos un
gran ingenio... en Cuba?
¿Qué nos cuentan Ustedes?
Eso tambien nos alegra.
[margen inferior: Mucho ojo, cajista, con comerse la
importantísima coma aquí puesta.]
Y por lo mismo... ¿quieren Vstedes
tomar algo?
Porque seremos casi casi unos
zotes, pero en amabilidad y compla-
cencia no hay quien nos meta mano.
Como que si son Ustedes capaces
de darse una vueltecita por aquí.
Anda 24, entresuelo, no se marchan
sin tomar algo.
Lo único que podría hacernos
efecto y nos haría detener en
nuestro camino para separar las
piedrecitas que en el encontremos,
es el disgusto que pudieran de-
mostrarnos la mayoría de nuestros
lectores.
Y como de estos conocemos la
indulgencia y nos aceptan tales
como somos y con nuestro modo
de ser peculiar, seguiremos ade-
lante con los faroles, dando gusto
á los señores.
El Comercio, noticia el martes
pasado, hallarse expuestos en un
establecimiento de la Escolta los
premios de belleza.
Nos ha extrañado, en verdad, que
no hiciera constar que con esos
estaban los de simpatia del cer-
támen tan discretamente abierto
por uno de nuestros cofrades.
Título de uno de los grabados
de La Ilustración (coma) de Don
José Zaragoza, etcétera, etcétera.
SINGER, y su simpático agente Don Juan M.
Abad merecen una estátua por haber hecho cono-
cer en estas Islas las famosas máquinas silencio-
sas, adquiribles por diez reales semanales.
9-Escolta-9.
Nuestra Señora de la Paz y
Buen Viaje es una Fá-
brica de tabacos, de fama,
Asunción, Binondo.
La Exportadora elabora
unos excelentes puros y no
menos excelentes cigarri-
llos que son muy apete-
cidos.
La fotografia pertie-
rra retrata admirable-
mente á todo el que se ponga
delante de su foco.
Cerveceria de Barre-
to, en la Escolta, despacha
la cerveza de San Miguel,
que es tónica, estomacal,
reconstituyente, etcétera.
LA COMPAÑIA GENERAL DE TABACOS
DE
FILIPINAS
Con su variedad grande de puros y cígarrillos
tiene para todos los gastos.
El Restaurant y Dul-
ceria de Paris, hace que
la Escolta se vea más con-
currida y que todos caigan
en la tentacion de entrar
en el.
Confiteria Española,
.....sus señas...... las saben
todos los que se tratan bien.
La Tabaqueria Nacio-
nal, tiene muy buenos
tabacos de todas menas
y fábricas.
La Funeraria, con su
buen servicio se hace acree-
dora á que la recomende-
mos á todos los que vayan
á morirse.
3-Goiti-3.
La Estrella del Nor-
te tiene unos relojes Ros-
koff tan buenos que no hay
quien resista á la tentación
de adquirirlos.
La Castellana, tiene
viveres frescos para servir
esta Cuaresma á sus par-
roquianos.
La antigua Fotografia
de Van-Camp, es una de
las mejores fotografias de
mundo.
La Competidora Gaditana, del Señor Caruana, tiene
unos puros que, con sus cigarrillos Chorritos de Gamú,
dan un rato delicioso.
Han llegado grandes par-
tidas del inmejorable Cog-
ñac Bisquit Doubouché,
agentes en Manila, J. M.
Tuason y C.a
Plaza Goiti 11
La Puerta del Sol
vende al contado cosas
buenas, bonitas y baratas.
Torrecilla y C.a cen-
tro de la elegancia.
La Flor de Cataluña
es de las librerias que traen
más libros científicos.
El Rosario, Real de In-
tramuros, no tiene tiempo
para atender á tantos en
cargos de aguas gaseosas
como le hacen de provin-
cias.
«Indias campestres».
¿Está segura La Ilustración -no
la quiero citar con su apellido de
Filipina para evitar me demanden
... por injuria y calumnia, -está
segura, repito, de que en ese caso
no se debe de emplear con más
propiedad el adjetivo campesina?
Déjese Usted de poner motes, (que
luego se quedan), porque cuando
menos lo piense puede cometerse
con Usted el error imperdonable siem-
pre) de llamarle La Ilustración
... papayesca.
Susúrrase la creación en esta Ca-
pital de un Ateneo en el que será
condición precisa para ingresar la
patente de sabio, adquirida en las
luchas nobles y pacíficas de la inte-
ligencia.
Y hemos oído decir, que en breve
será un hecho el proyecto, y que
está escribiendo el discurso inau-
gural un vecino de aristocrática cal-
zada, reconocido como hombre de
peso y gracioso, por cuyas circuns-
tancias está indicado para la pre-
sidencia del citado centro científico.
Dícese asimismo que contestará á
su brillante oración, otro señor ve-
cino de populoso arrabal, que, aun-
que hombre de peso también, no
tiene la sal que su coasociado.
Si obtenemos nota de los temas
de esos trabajos literarios, tendre-
mos especial satisfaccion en darla
á conocer á nuestros lectores.
Es necesario saber leer, y leer
de corrido.
Porque bien claro deciamos en
nuestro primer glu-glú, que noso-
tros no somos pavos, ni cosa que
lo valga.
Y que si queremos parecernos á
ellos, es para atraer á la manada
á capítulo, por los muchos que
andan descarriados por esos mun-
dos de Dios.
La Pavera, al aparecer en el
aprisco, viene atraida por un fin hu-
manitario.
Regenerar á la desprestigiada fa-
milia de los pavos, que, sin una
mano cariñosa que la encamine
marcha á su ruina.
Porque con demasiada frecuen-
cia meten hasta... la pata.
¡Y que no es pata, y pesada,
una pata de pavo!
El Asuang, despues de dedicarnos
frases que agradecemos en el alma,
dice que lo unico que no le agrada
en La Pavera es «el título y la
alegoria, porque es dar importancia
á lo que no la tiene.»
Comprendemos esta opinion del co-
lega y la respetamos; y pasando
como sobre áscuas por este asunto
para no lastimar á nadie que hoy
pudiera darse por resentido, le re-
comendamos se fije en nuestro credo,
que repetimos en esta misma seccion.
¡Ah! ¡Y que no sea tan susceptible!
Y dice El Eco encabezando un
articulo:
(Articulo sin pies y sin cabeza
para recomendar una cerveza.)
¿Sin cabeza y sin piés?...
Pues ya se de quien es.
Seguramente de Pero Nuño, Fausto
ó compañeros... articulistas.
¡Cielos! Será verdad?
Dentro de pocos días, segun los
colegas, se repartirá el primer tomo
de la Biblioteca Histórico-Filipina.
Francamente, son tantas las ve-
ces que hemos oido decir lo mismo,
que necesitamos verlo para creerlo.
No porque desconfiemos de la pa-
labra honrada de nadie, no, nada de
eso.
Sino que en casos como el pre-
sente, con verlo basta.
«Paso al azúcar y al MARTIN
GALA americano.»
Buen título para un artículo de
fondo; mejor dicho, de fonda.
Pero conste que este artículo es
del Eco.
Y á propósito de cañonazo.
Al Eco le ha chocado que ha-
yamos publicado el retrato de nues-
tro decano.
No se preocupe ni se despeche por
esto el colega, porque á cada cual
le llegará su turno.
Y día vendrá en que presentemos
al público el del aspirante á la
plaza.
Cuyos méritos son los únicos que,
á nuestro juicio, deben de discutirse.
Y nosotros, Dios mediante, se los
discutiremos.
Porque, aúnque recien nacida
La Pavera, y
«somos chiquititos,
mañana creceremos,»
cosa que al Eco no le puede suceder.
Porque ha dado ya de sí todo
lo que podía dar.
Uno de los sportmens más ca-
racterizados en cuestiones de sport
nos ha explicado, que los tickets
en tinta verde que dicen: «entrada
al patio», daban solamente derecho
para ir á... la cuadra en estos dias
de carreras.
Esto nos ha parecido un poco
shocking, máxime cuando en estos
billetes, vimos la palabra PRENSA.
¿Si será esa (la cuadra) la tribuna
donde esperará la Junta Directiva
del Jockey-Club á la Prensa?
VAPORES-CORREOS DE LA COMPAÑÍA TRANSATLANTICA
DE BARCELONA
(ANTES A. LOPEZ Y C.a)
REPRESENTADA EN ESTE ARCHIPIÉLAGO POR LA COMPAÑÍA GENERAL DE TABACOS
DE FILIPINAS.
LINEA DE FILIPINAS.
Prestan el servício de dicha línea los vapores siguientes:
Isla de Luzon. – Isla de Panay. – Isla de Minda-
nao. – San Ignacio de Loyola. – Santo Domingo.
Salida de Manila para Barcelona y Liverpool, cada cuatro mártes á
partir del 1.º de abríl de 1890, haciendo las escalas de costumbre en Oriente,
y las de Valencia, Cartagena, Cádiz, Lisboa, Vigo, Coruña, y eventual la
de Santander.
De Barcelona salen cada cuatro viérnes, á partir del 10 de enero de 1890.
PERFUMERIA MODERNA
Alma, vida y corazon
diera mi hermosa vecina
al que un frasco la comprara
de Amaryllis del Japon.
9 – ESCOLTA – 9
LA PAVERA
Periódico semanal, festivo é ilus-
trado.
Se publica los sábados.
Los dias 15 y 30 de cada mes se
repartirá además un número extra-
ordinario que contendrá revista de
salones, modas y composiciones lite-
rarias que dedicamos á nuestras sus-
criptoras.
En Manila y provincias, pfs 0,50
al mes, pago adelantado.
Número corriente pfs 0,15; atra-
sado, pfs 1,20.
La correspondencia al Director del
periódico, Anda, 4, entresuelo. -
Teléfono número 348.
EN LAS CARRERAS
[margen superior: imagen] – Dáte prisa, que nos mojamos y no encontraremos sitio.
– No faltarán en la tribuna pavos que nos cedan sus asientos
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