CODEMA19-LAPAVERA-1892-1
CODEMA19-LAPAVERA-1892-1
Resumen | Número 4 del periódico festivo "La Pavera", año I, 3 de abril de 1892, Manila |
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Archivo | Biblioteca Virtual de Prensa Histórica |
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Typology | Otros |
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Fecha | 03/04/1892 |
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Lugar | Manila, Filipinas |
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LA PAVERA.
Periódico festivo
TELÉFONO NÚMERO 348
Año I. Manila, 3 Abril de 1892. Número 4.
[margen superior: imagen] Cayetano Arellano
SUMARIO
Texto: Glu-glús, por Periquito.
– A Laura, por José Rosas. – El
gallinero del Señor Isidro, por Isi-
dro el Pollero. – A mi primo-
génito, por F. J. Amy. – Una
proposicion, por Andres Lizar-
Raga. – La Cucaña social, por
La Experiencia. – Picotazos. -
Anuncios.
Grabados. – Nuestros jurisconsul-
tos: Don Cayetano Arellano, por
V. Rivera y Mir. – Cucaña so-
cial, por Tenteng. – Dando el
opio, por Villar. – Anuncios ilus-
trados, por Ignacio.
GLU-GLUS
Pues, señor, estamos mejor que queremos.
Salimos casi á emoción por dia.
Los temblores nos tenian consternados, y calientes aún las cenizas del
incendio de la Escolta, levanta Sampaloc el gallo, no queriendo ser me-
nos que la comercial calle, y en un momento arden unas cincuenta casas.
¿Y el material contra incendios? ¿Y las bombas para sofocar el fuego?
Bien, conservadas... en las fábricas; se hizo, por no variar, en esta ocasión,
lo que otras veces: el ridículo.
Y eso que todos trabajamos.
Pero allí no había más que mangas de riego, las cuales, en ciertos casos,
maldito si sirven más que para avivar la combustión.
Sobre todo cuando están manejadas y dirigidas por gente que no sabe
donde le aprieta el zapato.
Y como en estos casos son tantas las voces que llevan la voz cantante,
resulta una babel que no hay quien se entienda allí.
Solamente el fuego, que se vé en libertad de comer por donde le parece.
En verdad, es sensible que ese elemento devorador haya escogido para
campo de sus hazañas sitios de la población que por su algun ornato
daban á esta ciudad el aspecto de pueblo civilizado.
Si fuera posible encaminar estos accidentes, evitando las sensibles des-
gracias que ocurrieron en el incendio de Sampaloc, - donde han muerto
tres personas á consecuencia de graves quemaduras, -
nosotros indicaría-
mos ahora uno de los lugares á donde debe de circunscribirse el fuego.
A ese pegote levantado en la plaza de Santa Cruz y que ántes de
nacer ya ha recibido el nombre de Monte de Piedad y Caja de
Ahorros.
Edificio construido en malas condiciones materiales y morales.
Porque ha sido una pavada colocar allí, en uno de los sitios más
concurridos de Manila, si no el más, una casa de empeños.
Y edificar sobre terreno sin firme, donde se van hundiendo los cimientos.
Así, no sería extraño que el mejor día al desplomarse el monte (con
mayúscula), sin piedad (mayúscula tambien) matara á los que cogiera
en su caida.
Todo sería cuestión de que algun mal intencionado hiciera ahí de pe-
trolero ó que cuando menos se esperase se presentara un temblorcito
que por desgracia nos recordara los tristemente famosos del 63.
Tanto más famosos cuanto que hay unos cuartos (¡poca cosa!, unos
pfs. 400,000) por repartir entre centenares de familias, pobres muchas de ellas.
Menos mal que, si lo son, en cambio están muy necesitadas de socorros.
Y están naturalmente esperando el santo advenimiento de ese trigo
como pan bendito.
Algunos se han sentado temiendo cansarse.
Y han hecho bien.
Como estamos hace rato, esperando que nos digan algo de los trabajos
emprendidos por unos romanos para la construcción del puente que ha
de unirnos con los suburbios, por la parte de la plaza de Santa Cruz.
Donde, con la calma de las obras de sondeo y cata proverbiales en
las del Puerto de Manila, se ha dejado quitar la amplitud necesaria á la ave-
nida de ese non nato puente, con la colocación allí del Monte.
Y no se crean que por animadversión sistemática nos ocupamos en ese
«establecimiento de crédito... empeñable» ó con empeños, de ningun modo.
Atacamos la colocación de ese edificio, porque son muchas las personas, de
esas que dejan sus alhajas á guardar, por miedo á los ladrones, de los
treinta dias del mes, treinta.
Y si tiene treinta y uno, como el mes pasado, prolongan la custodia
veinticuatro horas más.
Como la gente que ideó establecer en ese lugar el Monte debe de ser
acomodada, no se ha colocado tal vez en la situación del que pide dinero
con empeño.
Que si no, hubiera sido más prudente en la elección.
Porque supónganse Ustedes que en vez de ser Monte de Piedad fuera ese local
un puesto de pedir limosna.
A donde pensaran que tendrían necesidad de ir para implorar la caridad pú-
blica ó privada (es un suponer), en forma de pobres vergonzantes, los que
ahora son nuestros mayores capitalistas...
Ah! entonces se hubieran previsto los inconvenientes de colocar en si-
tio tan mal resguardado una casa que por lo mismo que tiene que hacer
el bien, debe de hacerlo sin ruido y sin ostentación.
Porque de otro modo habría que llamarle Monte... impío.
Y se podría poner á la altura del totalizator de Santamesa.
Periquito.
A LAURA
Graciosa junto á mí pasaste un día;
Me viste con placer y con ternura,
Y esclavo de tu voz y tu hermosura,
Sintió mi corazon tu simpatia.
Desde entonces inquieta el alma mia
Cifra sólo en mirarte su ventura,
Tus sonrisas disipan mi amargura,
Tus miradas me llenan de alegría,
Siempre por ti de amor triste suspiro.
Sin verte ¡oh Laura de pesar me muero,
Y á verte siempre sin cesar aspiro.
Mirarte siempre sin cesar espero,
Y más te quiero cuanto más te miro,
Y más te miro cuanto más te quiero.
JOSE ROSAS.
EL GALLINERO DEL SEÑOR ISIDRO
Soy muy humilde servidor de ustedes, mis buenos lectores y
bellisimas lectoras, de mis mayores respeto y consideracion.
Convidado á escribir por la linda Pavera, aunque con pena
he accedido á sus apremiantes deseos y me presento hoy ante
HISTORIA DE UN CHINO.
I.
So-Penco que se sentía desgraciado, para divertirse
pensó adquirir una máquina Singer silenciosa por
diez reales semanales.
Y doliéndose de su suerte porque, el no es-
tar acostumbrado á comer á la europea, le im-
pedía hacer gasto en el Restaurant de Paris,
lloró á lágrima viva al ver que la cerveza
de Barretto era tan buena que echaba por tierra
los infames brebajes que tenía él en su tiendahan.
Pero por aquello de que los duelos con pan son
ménos, entró en la panaderia La Palma de
Mallorca, para satisfacer un hambre de dos
días que llevaba, y se encaminó á la Fotografía
Pertierra, que no hay fotografía china que le
ponga la pata.
Por otra parte sabía So-Penco que se fuman
sin sentir los magníficos cigarros de la Com-
pañía General de Tabacos de Filipinas y entró á
comprar en la Tabaquería de la Compañía, sita
en la Escolta 31, unos tabacos Non plus ultra.
Y tambien compró unas brevas regias de La In-
sular, á las que no se puede pedir mas.
Se sentía consolado, cuando acertó á pasar por
frente de Las Novedades, y vió á Paco despachando
unas telas, en tal forma que le mataba el negocio
de la reventa domiciliaria con vara corta.
Y para estereotipar el estado de su espíritu en
aquel momento, se hizo retratar en la Fotografía
Inglesa, que le sacó admirablemente.
A pesar de tomar un riquísimo petite-sous en
casa de Mozas, - que le empezó á preparar el pa-
ladar al gusto europeo, - de tomar café con media
tostada en el Universal, dar un vistazo y oler
en La Extremeña, pasaje de Perez, al lado del
Casino, unas sabrosas morcillas de la tierra, y
de beber el exquisito vino tinto Mompó del Luzón,
So-Penco sentíase triste, y experimentaba una
gran pena.
II.
¿Qué le hacía sufrir así al chinito?
En vano sus compatriotas, sus amigos, su padrino,
le llevaron á que se distrajera, á casa de Ullmann
hermanos, viendo las preciosas alhajas allí ex-
puestas; en vano que quedara convencido de que es
muy bueno el calzado hecho á medida en el Bazar
del Cisne; que le compraran centenares de cajas
de aromático tabaco de La Exportadora para que
los mandara á Hongkong que qui-
siera; que Gilbert y Font, los mejores sastres que
conozco; le hicieran unos buenos pantalones de seda;
todo en vano, porque hondo pesar corroía su alma.
Pero La Competidora Gaditana le dá unos
Chorritos de Gamu, cigarrillos de primera, que,
por lo que tienen de agradables, le consuelan.
Y tambien le regalan unos olorosos jabones de
la Fábrica de Jólo para que se adecente, y no
engrase mucho la badana del hermosísimo sombrero
que compró en la Sombrería de Córdoba.
Pero el chinito quería que lo halagaran más,
y se hizo el dengoso y salió para… comprar de los
escogidos viveres de La Marina, plaza del Padre Moraga,
3, y entretenerse, segun el, con una buena soda del Ro-
sario, á fin de tomarla con el excelente digestivo
Cognac Bisquit Dubouche, agentes J. M. Tuason
y C.a, Goiti 11.
Y como no estaba hecho á ciertos trotes se
emborrachó, y hubo que conducirlo á su casa en
vosotros, ya que ella, al fin olvidadiza como mujer, no lo hace
como debiera.
Perdonadla su omision, en gracia á lo bonita que es y á los
buenos ratos que en lo sucesivo ha de proporcionaros y permi-
tidme decir quien soy, de donde vengo y á donde me dirijo,
con lo cual vuestra curiosidad quedará satisfecha y yo con-
tento de haber tenido ocasion para saludaros.
Nacido en la villa de los osos y llevando el nombre del Santo
labrador que la sirve de patrono, comprendereis que muy largo
ha de ser quien me la dé y que dispuesto vengo á evidenciar
á quienes hagan el madroño, digo el oso, y á daros á cono-
cer á no pocos Isidros, que tambien los hay y con abundancia
en esta bendita tierra del plátano y la morisqueta. Criado en
la calle de Cuchilleros he rodado más de una vez la escalerilla
de piedra de la Plaza Mayor y conozco la Cava de San Mi-
guel lo mismísimo que á la buena de mi madre, todo lo cual
no es obstáculo para que haya fortalecido mi espíritu en el
Rastro y las Vistillas.
Mis padres se dedicaron como yo al comercio del ganado bí-
pedo y de pluma, cosa que me alegra mucho, toda vez que,
segun dicen los que me adulan, soy un gallo viejo que si me
aprietan canto en la mismísima mano derecha del manco de
Lepanto.
Tengo un gallinero, que, vamos, no me lo merezco; hay en él
cuanto el deseo mas exigente puede pedir y desear.
Pollos atrevidos de los que gustan á las niñas coquetas, ga-
llos con espolones para las viudas mal avenidas con su estado
ó las viejas con pretensiones; pájaros bobos, dispuestos á ma-
trimoniar con señoras de circunstancias ó que tengan algo por
que callar; pitirojos que al picar habrán de sacar los colores
en el rostro anémico de muchos que no tienen pizca de san-
gre, ni de lo otro; aves frias para contender con los de ánimo
caliente; chochas con destino á los que se pierden de vista;
canta-claro que dirán las verdades cuando sea menester; y
en suma, todo cuanto sea necesario habrá en mi corralillo,
para satisfacer el gusto de cuantos favorezcan á la Pavera con
su suscripcion.
Ya sabeis quien soy y á lo que vengo; admitid, pues, todos
y cada uno el saludo que en forma de cacareo os envian
mis bichos, á la vez que el mas respetuoso de vuestro hu-
mildísimo
Isidro el Pollero.
A MI PRIMOGENITO
Venturosa criatura
(Deja enjugarte el llanto con un
beso)
¡De mi mismo graciosa miniatura!
¡Del santo hogar dulcísimo embeleso!
(Pero, señor, que afan tan decidido
De meterse un frijol en el oido!)
¡Tu, cuya ingénua risa,
Ligera y retozona cual la brisa,
Repercute del alma en lo profundo!
Inocente querub, de cuyas alas
Las refulgentes galas
Mancillar no ha logrado el torpe
mundo!
(Ten cuidado, mujer,
No se vaya á tragar ese alfiler)
Diablillo revoltoso,
Que corre y salta y juega sin reposo,
Cual trisca el cabritillo en la pradera!
(Míralo haciendo rumbo á la esca-
lera)
¡Ave que, desde el nido,
Ricas primicias lanza
De su melifluo canto no aprendido!
¡Orgullo de tus padres y esperanza!
¡Eslabón lisonjero
De amor en la cadena! ¡Adiós, tin-
tero!)
¡Rayo de gloria que el Señor envia
Para ser de la casa la alegría!
(Ese gatito, al cabo,
Le ha de arañar, si no le suelta el
rabo!)
¡Humano colibrí que en los vergeles
De la vida, versátil y feliz,
Libas tan sólo néctares y mieles!
(¡Otro golpe! Esta vez fué la nariz!)
¡Bella ilusión que mi existencia ar-
roba!
(¡Va á romper el espejo con esa es-
coba!)
¡Síntesis fiel de connubial cariño!
(¿Donde aprendió ese guiño?)
¡Oh! cómo hasta el Empíreo nos eleva
De tu angélico rostro la sonrisa!
(Esos sucios girones de camisa,
¿No es la camisa nueva?)
Émulo de errabundo pensamiento,
Nunca á tus piececillos un momento
Dás tregua ¡o níveo y puro
Del hogar lepidóptero! (Su intento
Es subirse á la mesa, de seguro!)
Ángel de luz, tu sonrosada frente,
Cual nimbo celestial, ostenta el brillo
De tu patria esplendente...
(¡Gran Dios! tiene en las manos un
cuchillo!)
¡Oh fugitiva edad de la inocencia!
Cual gárrulo arroyuelo entre las flo-
res,
Deslízase envidiable tu existencia
En medio de perfumes y colores!
¡Juega, juega, bien mío!
¡Corre, salta, retoza á tu albedrío!
Haz de mis pergaminos y papeles
Tricornios, pajaritas y bajeles,
Mi bimba de etiqueta,
Transformada en aligera corbeta,
Surque el inmenso piélago del baño
Piafe, soberbio potro, mi bastón!
¡La vida, al fin, no es más que un breve
engaño!
(¡Bien sospechaba yo que el atra-
cón
De dulces le haría daño!)
Liliputiense soberano, imperas
En un mundo fingido,
Sobre un tropel de gnomos y quime-
ras
A tu mágico cetro sometido.
(¡Ya atrapa las tijeras,
Y ensayarlas pretende en tu ves-
tido!)
¡Boton fresco, oloroso,
De ténue y purísimos matices!
(¡Ve á tu madre, mocoso,
Que te limpie, por Dios, esas na-
rices!)
Del Eden extraviado pajarillo
Que en remoto pensil inquieto gira...
¡Imposible seguir!... Suelto la
lira,
Mujer, si no te llevas el chiquillo!
F. J. AMY
UNA PROPOSICION
(Por si conviene.)
Ahora que se han aprobado los proyectos de las famosas Obras
del Puerto de Manila, creemos necesario presentar la siguiente
reforma á la idea de hacer por administración dichas obras.
Manila cuenta con medios suficientes para llevar á término esos
trabajos, utilizando los factores de que puede disponer en toda
ocasión, sin que cueste una peseta su realización.
Para ello, bastará con que se convoque á concurso público á
todos los que se crean en condiciones de poder ser útiles al bien
general, con sus propias fuerzas. CUCAÑA SOCIAL [margen inferior: imagen]
Y que contribuyan con lo que buenamente puedan dar.
Habrá vecinos que se presentarán como adoquines voluntarios
y su ejemplo estimulará á no pocos para aportar su masa gra-
nítica.
Otros se ofrecerán como bloques perpétuos.
Y más de tres, y más de seis, y más de doce (¡ya lo creo!)
se considerarían rebajados si no figuraran en tan apetecida ca-
tegoría.
No faltará quienes se apunten como cemento, y sobrarán se-
seras que produzcan tan valioso material.
Ni quienes se crean en el deber de manifestar la cantidad de
hormigon hidráulico que tienen almacenado en sí mismos para
que se pueda utilizar convenientemente en el refuerzo del cele-
bre espigon.
Tampoco se echarán de menos las cábrias, grúas y demás que
se necesiten para el fácil levantamiento de aquellos materiales, por-
que aqui sobran personas que sirvan para colocar en la mejor po-
sición posible á cualquier pedazo de... zoquete.
Habrá gente que se creerá ofendida si no se la utiliza como
de relleno á la parte que se robe el mar.
Muchos podrán servir de mazo, y gran número, de martillos
espontáneos, por lo bien que saben machacar.
Y alguien estará dispuesto á hacer de dinamita en cualquier
barreno que haga falta, por más que debe de estarse prevenido
y andarse con tiento en el uso de este explosivo, por sus con-
secuencias inesperadas.
Pero á todos esos supera en voluntad La Pavera, que se
ofrece de corazon como piqueta para demoler cualquier obra que
no se ejecute según Dios manda y según tiene derecho á esperar
del civismo de tantos individuos como se presentarían para que
pudiera construirse debidamente el futuro Puerto.
¿Sirve la proposición? ¿Sí?
Pues á planearla; y redactadas las bases consiguientes, ir re-
cibiendo á todo el que libremente traiga su óbolo, rompiendo
la marcha La Pavera, porque la piqueta y el zapapico son los
dos primeros elementos con que el concurso debe de contar.
Para ir dando forma á los adoquines y bloques que hay en los
depósitos de esta Capital.
Andrés Lizar-Raga.
CUCAÑA SOCIAL
Arriba se vén los premios,
muchos golosos abajo,
y alguien de fina nariz,
que husmea en el aire algo,
hácia atrás quiere volverse,
pero los grupos compactos,
que ávidos los premios buscan,
fuerte círculo han formado
y á nadie dejan pasar,
porque el sitio palmo á palmo
por su esfuerzo han conseguido,
y no es cosa de dejarlo
ahora que ya falta poco
para ver de este cotarro
el conocido final:
de la cucaña un pedazo
quien más quien menos consigue,
si no se presenta un caco
que cargue con la limosna...
...y á cuestas se lleve el santo.
La Experiencia.
PICOTAZOS
En las pasadas carreras de caba-
llos nos llamo la atención que la puer-
ta de entrada al palio de la tri-
buna de Santamesa ostentara en su
parte superior una lira... alegórica.
Nos extrañó el detalle, tanto más
cuanto que allí lo apropiado hu-
biera sido colocar una herradura.
¡Cómo no hayan querido significar
con ese instrumento musical que
todo lo que allí se hace es música!
Porque, á la verdad, nos parece
mucha música la consabida cantinela
de que el hipódromo tiende al mejo-
ramiento de la raza caballar.
A lo que debe de tender, por lo
visto, es á reventar potros de algún
valor.
Y á que se despesete el público con
apuestas en que, está visto tambien,
interviene el... azar.
Dice Rafael Comenge en un bonito
artículo que publica en El Imparcial:
«En el fondo, -Schaffe lo ha dicho,-
no se trata más que de una cues-
tión de estómago.»
Ahí tienen Ustedes á nuestro electo
fiscal del Tribunal de lo Conten-
cioso que demuestra como en perfec-
tamente este pais... antes de em-
barcarse en Barcelona.
Contestamos hoy afectuosamente
al saludo de los demás colegas que
han dado señales de haberse aper-
cibido de nuestra presencia en el
círculo periodístico.
Y hacemos extensiva esta mani-
festación á La Voz Española que
anteayer tarde visitó nuestra redac-
ción.
Más de 38,000 pesos han pasado por
el totalizator, en las cuatro tardes
de carreras.
¡Si se habrá jugado!
¡Ya habrá gente que haya ganado!
Aunque aquí los únicos ganancia-
sos siempre son los que cobran por
administración el diez por ciento de
las posturas.
Que para puertas, en tan poco tiem-
po, con tan poco trabajo y con
tan ninguna exposición en el ejercicio
de esa tarea, es mucho dinero sus-
traído á la circulación.
Ya habrán Ustedes viste que los di-
bujos que sacamos no pueden estar
mejor hechitos!
Esto no es ponerse moños ni cosa
que lo parezca, sino hablar con fran-
queza.
En caso extremo, recurro al pa-
recer de mi amigo Dick.
Bien es verdad que Rivera y Vi-
llar y Villar y Rivera son dos pun-
tos en dibujo y chic para manejar
el lapiz...
En Manila no es fácil hallar quie-
nes le aventajen hoy por hoy.
Es decir, como puntos, sí, hay
quienes lo sean más: el punto... ma-
temático, y el punto... final.
Con una dificultad venimos tro-
pezando, pero desde hoy queda sub-
sanada: la de encarrilar á algunos de
nuestros repartidores... que reparten
desde su casa.
De todos modos, rogamos á nues-
tros abonados que cualquier omisión
que noten nos la avisen.
Que nosotros cuidado, como dicen
aquí.
¡La Voz de España ha muerto!,
Y por aquello de: ¡el rey ha muerto!,
¡viva el rey!, ha venido á ocupar
su puesto La Voz Española.
Cómo quien dice, el mismo perro
con distinto collar.
Tiempo era.
Al colega difunto seále la tierra
leve y al recien nacido propicia la
fortuna en que tenga muchos sus-
criptores.
Pero de los que pagan, que es lo
que todos deseamos.
Amen.
Ni con metralla conseguimos ha-
cer hablar á algunos colegas.
Ni en pró ni en contra nuestra.
Porque al ocuparse en nosotros,
segun ellos, faltarían á la frater-
nidad periodistica.
un precioso carruaje de Padern y Fónt, cons-
tructores excelentes, y que comprarle un elegante
sombrero de Secker y C.a, porque el suyo acabó por
perderlo.
Se puso de muy mal talante al dispertar; mas to-
mando un sabroso sorbete en Las Delicias y fumando
un bien elaborado tabaco de El Patriota, se tranqui-
lizó, y luego se admiró de lo baratos y de lo buenos
que son los efectos de La Castellana, del jubileo
que tiene en su establecimiento La Puerta del Sol,
por sus buenos muebles de Viena, que vende al
contado, de los artísticos objetos que tiene la
Estrella del Norte….
III.
De todo disponía So-Penco para hacerse agra-
dable la vida, pero las cavilaciones no le dejaban,
aumentándole preocupaciones el no haberse ido á
retratar todavía á la Fotografía de Van-Camp;
no haber escrito en toda su vida con el riquísimo
papel de La Flor de Cataluña; ni comprado nada
para su toilette en el Louvre; ni comido ni bebido
nada del Mindanao, ¡como que ni había probado del
riquísimo bacalao sin espinas que este vende!, ni
fumado un solo puro de la buena fábrica de ta-
bacos Nuestra Señora de la Paz y Buen Viaje, por
lo que se decidió tirarse del puente de España
abajo.
Y cuando la gente se arremolinó hácia el sitio
donde gesticulaba So-Penco, para evitar una desgra-
cia, se volvió el chinito hecho una fiera contra
todos porque no sabían que si se tiraba al agua
era... porque quería morirse; pero que esta idea no sería
obstáculo para que fuera provisto de un magnífico
salva-vidas, de los que vende el Bazar Filipino,
que llevaba puesto para tener lugar, en el agua,
antes de quitárselo para morir, de fumar uno de
los buenos puros de la Tabaquería Nacional y
concertar tranquilamente su entierro, que es
su mas firme voluntad sea hecho por la Fune-
raria, Goiti 3.
IV.
Pero ¿por qué tal manía, la de morir, ha atacado
á So-Penco? No le bastaba haber ido á visitar el
Bazar de Velasco donde hay tantas lámparas que
iluminan poderosamente el dinero que anualmente
manda á su país?
Al ir á desprenderse del salva-vidas pensó, en-
tonces, So-Penco en su familia, en los magníficos arreos
que había comprado en el Arnes para regalarlo á su
padrino, en el riquísimo raso de Torrecilla y C.a
con que pensaba obsequiar á su pequeñita Tao-tao-te,
su mugercita...
Y en otras cosas más, sobre todo en que si Bo-
nifacio Arevalo, el de la plaza de Goíti, no fuera
un chinófobo de tomo y lomo, se hubiera hecho
arrancar una muela careada que le tenía loco y
que á reflexiones é ideas tan tristes le llevaba.
Porque no había mano más á propósito para la
operación; pero á él, á So-Penco, le arrancaba la
mandíbula si se ponía en sus manos.
Y de aquí que con los dolores de la muela pen-
sara en el suicidio dejándolo todo arreglado, con-
tratando con March el entierro más costoso que
Manila ha visto.
Pagando por anticipado para evitar el trastorno
de los vales.
Del mismo modo como á nuestros suscriptores ro-
gamos lo hagan con nosotros.
Por aquello de que el que paga descansa.
Pero el que cobra más.
Que prohibe el discreteo y el es-
carceo familiar entre unos y otros.
Sobre todo si el silencio es para
dejar al compañero que se agite en el
vacío.
Pero pecho y ancho tenemos para
llenar ese hueco que nos hacen.
Y si no, al tiempo!
Yo ya tengo ideado un bonito ne-
gocio.
Solicito permiso para un hipodromo,
doy fiestas hípicas gratis primero,
después pondré precios á las entra-
das, armaré un totalizador sin más
reglamento que mi voluntad y sin
más intervención que la mia, y con
este juego.... americano, en que todos
son puntos y todos banqueros, -se-
gún la suerte y el buen humor y
gusto de los jockeys, - doy quince
y raya al mismísimo Casino de Monte
Carlo.
¿Estamos conformes? Vengan accio-
nistas, digo, socios.
Al Eco no hay quien lo saque de
su mutismo.
No nos extraña: el Eco es un eco
que hace tiempo no responde.
Y cuidado que para darle motivo
y armas á él y... á los otros, publi-
camos aquellas aleluyas, infames por
lo malas y extravagantes, de nuestra
lámina cuestión de maña.
Pero ¡ni por esas!
El maestro no quiso bajarse de su
pedestal... de humo.
Pero el compañero que cometió
aquel crimen de lesa poesía, con pre-
meditación y alevosía, se ha com-
prometido á sacar de quicio al colega.
¿Cómo? Es un secreto.
En su dia lo sabrán Vstedes.
Por de pronto, les damos nuestra
palabra de que no entra en sus pro-
yectos el sacar á colación aquel fa-
moso romance en el...
Vemos en La Voz Española que
su propietario es Don Antonio Hi-
dalgo, su director Don Federico Hi-
dalgo y su administrador Don Fran-
cisco Hidalgo.
¡Caramba y cuantos hidalgos!
¿No les parece á Ustedes, en este
caso, que el colega pudo haberse
titulado La hidalguía española ó La
voz de los hidalgos?
Patrocinio Tagaroma, la simpá-
tica actriz de la Compañía Fernan-
dez, se retira temporalmente de la
escena, por motivos de salud.
Hemos oído decir, que se retira
tambien de las tablas por idéntico
motivo que la Tagaroma, el vete-
rano actor Don Juan Barbero.
A la verdad, nosotros no lo cree-
mos.
La otra noche nos reunimos en se-
sión los de la Asociación para tratar
de varios asuntos...
Algunos se presentaron á discusión,
pero hablamos mucho, nos reímos
más y no tomamos resolución que
merezca la pena de citarse.
Y eso que dicen por ahi que hace
días que está febril un... aspirante
á pretendiente á la plaza de decano.
Pero es por la impaciencia.
Porque verdaderamente es este un
país especial para eso de comisiones...
eternas.
Y tal camino pueden tomar las co-
sas que alguien se expone á no po-
der titularse, -ni en casa, que es donde
se impondría y sería tolerado, -Decano
de la Prensa Filipina.
Los colegas andan á la greña
para sacar en claro que la medalla del
mérito civil no es chicha ni limoná.
Eso hace tiempo que lo sabían los
interesados y si la han conservado
es porque el poseerla es semejante
á tener la credencial de Gobernador-
cillo, que tiene un gran día en el
desempeño de la plaza.
El día en que se deja el baston.
Excepto cuando se des...gobierna.
Que entonces tiene una tentación
grande el cargo: encerrar el título
en un marco de metal.
Hay quien dice por allí que la cues-
tión del decanato es muy fácil el
resolverla.
Solicitando la Asociación de los que,
segun es fama, se creen con derecho
á la consideración de ocupar la plaza
nota minuciosa de sus hojas de ser-
visios, como quien dice.
Y en vista de ellas y de las com-
probaciones necesarias, resolver.
Pero, eso sí, conviene no olvidar
ciertos trabajos hechos á la Prensa
periódica.
Porque se podría dar el caso de
que resultara decano nuestro el chi-
no de la esquina.
Que en ocasión publicó por su
cuenta y riesgo un bombo, ó es-
cribió una gacetilla-reclamo.
Ha propuesto El Comercio que se
haga un teatro por medio de una rifa
de 30000 billetes a dos pesos cada uno,
y en la idea están conformes varios
colegas... serios... y alegres
La idea es magna, al parecer, y
conviene no dejarla dormir.
Y por lo mismo ya verán Ustedes en
que ha de quedar reducida.
En Filipino perpétuo.
Cuando murió Deseada quiso ha-
cer su testamento, y como mujer
casada dejóle por heredero de todos
sus bienes... raices á su esposo,
que, sin seso, quiere tambien in-
vertirlos en darnos esparcimiento
con un salon de primera, y como
en él los deseos son grandes, y
deseamos que venga gente de
aliento que esa grillera resuelva,
antes que resulte hecho ese famoso
teatro enviamos nuestros respetos al
Rey Don Deseado Primo, que, segun
presagios nuestros, al trono no subi-
rá, porque es de muy mal agüero
que unos cuantos ricachones nada
hicieran de provecho.... cuando aque-
llas circulares con que pensaban dar
juego.
Envimos la expresion de nuestra
pena á nuestro querido amigo y
compañero Don Urbano Ramirez, asi
como á su apreciable familia, por
la irreparable pérdida que ha ex-
perimentado con el fallecimiento de
su señor padre político Don Joaquin
Luna, ocurrido anteayer.
El telégrafo habrá noticiado ya al
eminente pintor filipino Don Juan Luna
y Novicio tan gran desgracia, y á
él, como á toda á su familia, de-
seamos la cristiana resignación nece-
saria para sobrellevar tan rudo golpe.
PERFUMERIA MODERNA
El clavel que tú me diste
el dia de la Asuncion,
no fué clavel si no un frasco
de Amaryllis del Japon.
9- ESCOLTA -9
VAPORES-CORREOS DE LA COMPAÑÍA TRASATLANTICA
DE BARCELONA
(ANTES A. LOPEZ Y C.A)
REPRESENTADA EN ESTE ARCHIPIÉLAGO POR LA COMPAÑÍA GENERAL DE TABACOS
DE FILIPINAS.
LINEA DE FILIPINAS.
Prestan el servicio de dicha linea los vapores siguientes:
Isla de Luzon. – Isla de Panay. – Isla de Minda-
nao. – San Ignacio de Loyola. – Santo Domingo.
Salida de Manila para Barcelona y Liverpool, cada cuatro mártes á
partir del 1.º de abril de 1890, haciendo las escalas de costumbre en Oriente,
y las de Valencia, Cartagena, Cádiz, Lisboa, Vigo, Coruña, y eventual la
de Santander.
De Barcelona salen cada cuatro viernes, partirá del 10 de enero de 1890
DANDO EL OPIO [margen inferior: imagen]
Desde la Ermita al Colgante,
desde Manila al Mercado,
esta mestiza elegante
tiene el juicio trastornado
á mas de un pollo.... danzante.
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