CODEMA_19-PRE-AP-241
CODEMA 19-PRE-AP-241
Resumen | Número 1 de "Atalaya patriótico de Málaga". |
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Archivo | Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España
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Typology | Otros |
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Fecha | 1809/02/11 |
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Lugar | Málaga |
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Provincia | Málaga |
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País | España |
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Note | Imágenes: https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=20a308ac-69d2-47b3-af5a-db7555bc490c |
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ATALAYA PATRIOTICO
DE MÁLAGA
POR H. Y K.
TOMO I.
MÁLAGA MDCCCIX.
CON PERMISO DE LA JUNTA DE GOBIERNO
En la imprenta de Martinez
ATALAYA PATRIÓTICO.
NÚMER.o I.
SÁBADO II DE FEBRERO DE 18o9.
Grito de la patria al espantoso retrato
del traidor.
Asquerosos, viles, abominabilísimos trai-
dores ¿aun exîstis ? Quando el cielo os
detesta; quando la tierra se da por ofen-
dida al infame peso con que la oprimis;
quando el aire se avergüenza de dar
pábulo á vuestras exècrables respiraciones;
quando la naturaleza, toda, os escupe hor-
rorizada de contener en sus vastos lími-
tes unos seres tan pestíferos, ¿exîstis-- aun?
( 4 )
¿Á donde os acogeis? ¿ Que seno os
abriga ? ¿ Es vuestro corazon infernal ?
¿ Pero qual otro puede ser vuestro asilo
sino el taller mismo de vuestras espan-
tosas maldades, eructo del abismo tene-
broso ? En él ¡infelices! en él os aquie-
tareis ; aislada allí en sus negras dimen-
siones, y contenta de sí misma vuestra
perversa alma no será inquietada de las
infinitas criaturas que con toda la suya
os aborrecen : ya estareis satisfechos en
el cenagal inmundo de vuestra deprava-
cion traidora , sin oir las duras recon-
venciones de un resentimiento universal.
Pero no, en vano huis, mejor os estaria
escucharlas mui de cerca ; jamas ellas se
extenderian hasta donde vuestra horrible
maldad ; no hay un entendimiento bas-
tante para medirla, y esto se ahorraria
de tormento vuestro corazon; pero no ,
vuelvo á decir, él está destinado por el
encendido enojo del Dios de las vengan-
zas á la presencia de los acusadores y
fiscales mas terribles y acriminadores; á
vuestra cancerosa conciencia, espejo in-
( 5 )
evitable y espantoso , que aun en la
obscuridad del sueño os representa tan
odiosos quales sois ; á vuestros propios
infernales remordimientos , que nada os
perdonarán.
¿ Y pensareis , Españoles mios, que
os hablo del atrocísimo Godoy , de un
sacrílego Calbo , del vil apóstata Ofarril,
de un cobarde horroroso Morla , ó de
algun otro escandaloso traidor, que pros-
tituyendo con frente desvergonzada las
leyes respetables , hizo pública venta de
lo mas sagrado? No , no son estos los
mas perversos , ni contra ellos es mi in-
tento emplear la fuerza de mi declama-
cion. El inmundo nauseoso aspecto del
nefandista ; el horrible furibundo semblan-
te del suicida, la osada blasfema frente
del ignorante ateista ¿ á quien no estre-
mecen? Por fortuna llevan delante de sí
estos tremendos pecados las mas abomi-
nables recomendaciones , para que sean
muy raros los desgraciados que se en-
reden en sus malditos lazos, y por for-
tuna igual los indignos procedimientos de
( 6 )
aquellos viles llevan en la mexilla la
vergonzosa marca de la infamia, para que
en ellos concluya el número de los peo-
res transgresores de las leyes mas sacro-
santas ; mas por desgracia lamentabilísima
mira la infeliz Patria que á los infernales
pechos de la hidrópica avaricia se nutren
y multiplican sus enemigos mas implaca-
bles, los que disfrazados con la máscara
de la virtud , de un zelo infatigable y
de un tierno patriotismo ocultan en sus
entrañas el veneno mas corrosivo y ex-
terminador, los que regando con lágrimas
los pies de los altares ; los que decla-
mando en tertulias y as[a]mbleas públicas ,
con rostro airado y ojos centellantes; los
que todo lo muerden, todo lo reprue-
ban con un aire dictador é imperioso ;
los que con una hipocresía farisaica con-
centran en sus pérfidos corazones la es-
cogida nata del infierno mismo; los ava-
ros , los avaros, los que quieren eludir
con afectada religiosidad los incontesta-
bles cargos que el mundo todo les haria
si llegase á comprehender lo inmensura-
( 7 )
ble de su odiosa depravacion ; pero los
mismos que dexados al torcedor cruelí-
simo de sus roedoras acusaciones expe-
rimentan en ellas todo el rigor del fue-
go infernal, que atizado por el fuerte
soplo del enojo divino les concluye sin
escusa, les aterra sin consuelo , les des-
troza sin conmiseracion , les quema sin
término, y haciéndoles renacer de entre
sus propias abominables cenizas les pre-
para mas singulares, duros y duraderos
suplicios en sus mismas cruelísimas recon-
venciones marcadas con el dedo de tan-
tos agraviados. ¡ Y que mayor, que mas
devorador infierno ! La tristísima incon-
solable viuda les arguye de homicidas ,
por que ocultando su idolatrado dinero,
no quisieron robustecer con él los bra-
zos de la Patria, que ayudada de aquel
socorro hubiera libertado la vida de un
dulce esposo , su consuelo, y el firme
apoyo de su subsistencia y regalo. El
afligido lloroso ansiano con dislocada voz
y trémulos ademanes les da en rostro
con la irreparable pérdida de unos amo-
( 8 )
rosos hijos , víctimas desgraciadas del fu-
ror francés, por que no quisieron sacri-
ficar su escondido oro , con el que la
fuerza armada hubiera resistido el ímpetu
destructor que de un golpe le aproxima
á una estragosa anticipada muerte mu-
cho menos amarga á la dulce presencia
de sus cariñosas hechuras. Los inocentes
tiernos parvulitos con los brazos abiertos
desde el amarguísimo seno de una des-
amparada horfandad los acusan severísi-
mamente de que la desnudez vergonzosa
que sufren, de que la dura hambre que
les aniquila, de que la prostitucion, los
delitos y estragos que les aguardan por
una abandonada educacion , de que el
infelicísimo sistema últimamente á que se
ven reducidos, y las desdichas sin térmi-
no que van á probar , deben su origen
al vil anudamiento del enmohecido tesoro
cuya justa inversión les habría ahorrado
la durísima pena de perder un padre
cariñoso. Las castas esposas atropelladas,
las doncellas inocentes violadas , el ama-
ble devoto sexo cubierto el rostro con
( 9 )
horroroso rubor les dicen con clamores
los mas agudos: Si hubierais corrido los
cordones á vuestra abominable deidad, á
ese hinchado bolsillo que forma vuestras
condenadas delicias, nosotras no lloraria-
mos las infames manchas de nuestro le-
cho nupcial , el quebrantamiento in-
solente de nuestro intacto claustro, ni el
desvergonzado vilipendio de nuestra edi-
ficante honestidad. ¡ Ah traidores !
¿ Y mirais con semblante sereno estas
escensas tan terribles y penetrantes ? No
es mucho, no, quando vuestra insaciable
avaricia os tiene encallecido el corazon
hasta la insensibilidad misma. Escuchais el
horroroso estruendo con que el ignivomo
cañon descarga asoladoras balas; mirais la
aguda bayoneta y el cortador sable con
quanta furia repart[en] sangrientos golpes;
observais caer sobre la tierra ya los abra-
sadores rayos del sol, ya la inclemencia
de espesos yelos, ya la dureza cruel de
insufribles intemperies ; ois que cunden
la desnudez mas aflictiva, y el hambre
mas deboradora; entendeis por último que
( Io )
todos estos males esgrimen sus desapiadados
rigores... ¿contra quienes? contra los pobre-
sitos infelices que despues, acaso de haber
concurrido con sus sudores al acrecenta-
miento de vuestras pingües rentas , de
vuestros ricos patrimonios, de vuestra so-
berbia riqueza, estan exponiendo sus pre-
ciosas vidas , haciendo murallas de sus
generosos pechos , mirando con frescura
el derramamiento de su noble sangre, y
últimamente exhalando su espíritu bizar-
ramente en el campo del honor , por
que nada turbe vuestra quietud , por
que descanseis seguros en vuestros lechos,
por que no experimente vuestro corazon
quebranto alguno. ¿ Y teneis , pérfidos ,
presencia de espíritu para mantener fixos
vuestros ojos en los arcones de ese des-
preciable dinero, sin dignaros repartir una
mirada de compasion y justísimo recono-
cimiento sobre aquellas criaturas genero-
sísimas, y dignas de bendiciones sin nú-
mero ? ¿ Y aun quedais imperturbables ?
¿ Y aun se sostiene en pie vuestra dia-
mantina firmeza ? ¿ Y aun os echais á
( II )
dormir tranquilos, podiendo resistir que
en las vivísimas representaciones del sue-
ño se os manifiesten , cubierta de pobrí-
simos andrajos la agricultura, que os nu-
trió , temblando las rodillas el comercio,
que os enriqueció , dislocadas las articu-
laciones todas de las artes, que os vistie-
ron, que os mueblaron, que tanto con-
tribuyeron á vuestro regalo , y cubierta
de un sudor frio la industria , que de
tantos modos concurrió á vuestras medras?
¿ Y os volveis del otro lado, crueles ,
al patético dolorosísimo espectáculo de
un joven Rey , virtuoso , tierno amante
de sus vasallos que llora inconsolable la
ausencia de ellos, y el iniqüo atropella-
miento de su corona y sagrados derechos
entre las duras cadenas que le ha puesto
un tirano sin religion , sin honor, y que
con una audacia descarada capitanea los
vicios mas enormes ? ¿ Y os acomodáis
aun en el lecho de la torpe insensibili-
dad, sin que os turben el pesado sueño
los penetrantísimos clamores, las enérgicas
sabias providencias, las exhortaciones ca-
( I2 )
riñosas , el exemplo santo de virtud, ho-
nor , constancia y patriotismo inextingui-
ble con que la Suprema Junta Central
os incita para que os esforceis á mirar
por tantos sagrados intereses como se ven
á riesgo de perderse por la ambicion ili-
mitada con que quiere devorarlos la in-
saciable Francia? ¿Y no os moveis toda-
via con tan vehementes estímulos , para
enriqueceros gloriosamente con un em-
pleo el mas laudable y santo de esas
sobrellavadas abominables gavetas en que
fluctua y se escolla infelizmente vuestra
alma ? Pero ¿que me canso ? Si no ois
la fuerte imperiosa voz de la religion ;
si volveis la cara á los la[s]timosos clamores
del santuario ; si los ayes tristísimos de
sus Ministros no os penetran; si el grito
de un Dios de tantos y tan espantosos
modos ultrajado no os hiere, ¿á que me
canso? Que los santos templos sean destinados
á inmundos quarteles, y que su
atmósfera , otra vez almacen del encendi-
do incienso de humildes oraciones al Dios
de las misericordias, se cargue ahora con
( I3 )
los álitos pestíferos de exêcraciones y blas-
femias : que los sagrados altares , cuyos
pies regaron tiernas lágrimas de peniten-
cia, y en cuyas sagradas aras se inmoló
tantas veces el cordero inmaculado por
nuestra salvacion , sean convertidos en
mesas de destemplanza y borrachera , y
en asquerosos reclinatorios de insolentes
sacrilegios : que las imágenes de los San-
tos, objetos tiernos de nuestra christiana
devocion sean mofadas desvergonzadamente
en sus mas edificantes actitudes, y aun
arrastradas por los sucios por los im-
pios atrevidos franceses : que estos infames
despojen , roben , ultrajen y aun fusilen
á la Inmaculada Reyna de los Ángeles,
á la mas sublime y santa de todas las
criaturas, tantas veces proclamada por es-
pecialísima protectora de España : que los
Ministros del Altísimo sean cubiertos de
heridas , y que al fin sean cercenados sus
sagrados cuellos por la desapiadada cu-
chilla de un borracho : que un tropel
insolente de asesinos , ladrones, blasfemos
cojan entre sus malditas manos á las
( I4 )
mismas delicias del Empireo, al testimo-
nio mas irrefragable de nuestra segura
creencia , á todo un Dios Sacramen-
do... ¡Que horror ! y que lo arrojen por
tierra, que lo trillen con sus endemonia-
dos pies, que lo claven en sus agudas
bayonetas , que lo ludibrien últimamente
con quantos insultos pudo sugerir la
horrenda malicia del infierno ; nada os
importa. Quede sola y sin amparo la
gran Ciudad, la gloriosa hermosísima Es-
paña; gima baxo el pesadísimo yugo de
repetidos tributos con que le agobie el
tirano Napoleon ; lloren los caminos de
Sion el olvido y entera abolicion de sus
santas festividades; conviértanse en menu-
das astillas sus venerables puertas ; ex-
halen lastimosos clamores sus santos Sa-
cerdotes; cubra la espantosa amarillez de
la muerte el hermoso rostro de sus vír-
genes; oprímales lo mas acerbo de la
amargura... Por todo pasais, endurecidos
avaros, todo os es tolerable; aun estais
dispuestos á presenciar ensayos mas trá-
gicos, si fuesen posibles, como no llegue
( I5 )
á vuestro corazon el intolerable tormen-
to de ver que se menoscaba ese mal-
dito tesoro en que consisten vuestras glo-
rias , y á cuyo culto sacrificais vuestro
descanso , vuestros desvelos, vuestros gustos,
el desahogo de vuestras pasiones, vuestra
subsistencia misma, el honor de vuestras mu-
geres é hijas, las vidas de vuestros conciuda-
danos, la sangre de tantos infelices, el santua-
rio de las leyes, la Religion, la Patria, la
dulce Patria; la que si redimida por vuestras
manos os cantaria eternos himnos de alaban-
za, esclava por esa abominable dureza y
asquerosa ruindad os cubrirá de odiosos
epitectos é interminables maldiciones reser-
vandoos para la tremenda hora de vues-
tra rabiosa muerte un juicio, un castigo
un rigor..., os dexo.
( I6 )
PRINCIPIA LA DESCRIPCION
histórica de los proyectos , intrigas y ne-
gociaciones que la Francia emplea hace
cerca de un siglo para dominar y
tiranizar á España.
Ascender á toda la antigüedad que
tienen las ambiciosas miras francesas para
dominar absolutamente la Europa , sobre
ser un asunto difusísimo era seguramente
un enojoso medio para que renaciesen
inquietudes , que por ahora á lo menos
tienen sufocadas [sic] el transcurso de los dias,
y los intereses recíprocos de las varias
potencias, que en esta parte del mundo
disputaron sus derechos con los violentos
recursos de la guerra. Los curiosos, que
en este particular apetezcan una completa
instruccion , deben leer las obras histó-
ricas , que escribió Federico segundo Rey
de Prusia , cuya pluma sabia y desinte-
rezada nada les dexará que desear.
De nuestro intento solamente es (se-
gun se ofreció en el prospecto de este
( I7 )
periódico) manifestar los proyectos , in-
trigas y negociaciones que para dominar á
España, y aun para alzarse con la mo-
narquía universal de Europa ha emplea-
do el gabinete de Francia de cerca de
un siglo á esta parte.
Este vasto plan no podia realizarse
sin la destruccion de la casa de Aus-
tria , cuya prepotencia sobre la Francia
le presentaba grandes obstáculos para su
logro. Murió el Emperador Carlos sexto,
última rama varonil de dicha casa , y
aunque poco antes de su fallecimiento ha-
bia salido garante el gabinete de Ver-
salles de la disposicion testamentaria de
aquel Soberano , que acordó dexar á su
hija Maria Teresa por heredera de todos
sus estados , tuvo también presente la
capsiosa claúsula con que aseguró su
garantia : sin perjuicio de tercero. Sin
perjuicio de mi ambicion , debió haber
dicho la hipócrita Francia únicamente ocu-
pada de sus propios intereses ; aunque
para conseguirlos fuese necesario atrope-
llar los mas solemnes y religiosos tratados.
( I8 )
De este modo, y para llegar al tér-
mino de sus depravados intentos , formó
la Francia una conspiracion de la Pru-
sia , la Suecia , Baviera , Saxonia y otros
Príncipes contra la casa de Austria, ofre-
ciendo y lisonjeando á todos con la di-
vision y repartimiento de sus estados , y
haciendo cundir en toda la Europa con
esta trama el espantoso ruido de la
guerra.
Solamente la Rusia no quiso tomar
partido en esta revolucion , penetrando
quiza las ambiciosas intenciones de la Fran-
cia; pero ésta, que meditó quanto podía
perjudicar á sus miras la quietud de los
Rusos aun en estado de indiferencia ,
obligó á la Suecia, á quien pagaba con-
tribuciones, á que les declarase la guer-
ra , ya con el fin de debilitar su poder,
y ya con la astucia de que divertido el
gabinete de Petersburgo con la atencion
de sus intereses y negociaciones estuviese
fuera del quadro en que pudiera perju-
dicar á la Francia.
No le salió bien el cálculo; la Ru-
( I9 )
sia puso la ley á la Suecia hasta ani-
quilarla casi. Trata la Francia de repa-
rar este golpe tan ominoso á sus inten-
tos , aunque fuese á costa de las accio-
nes mas escandalosas : concibe su gobier-
no el odioso proyecto de aniquilar á la
familia reynante en Petersburgo: lo adop-
ta y lleva á efecto por medio del ci-
rujano francés Lestoc , del músico aleman
Schwarz , y del camarista Woronzow.
Los soborna y obliga á que con cien
soldados escogidos entren en palacio con-
duciendo á la Princesa Isabel , proclamán-
dola Emperatriz, arrestando al joven le-
gítimo Soberano con toda su familia en
la fortaleza de Riga, y desterrando á la
Siberia á todos los Ministros y Genera-
les que pudieran favorecer la justa causa
de la familia destronada.
El gobierno de Versalles se persua-
dio que este golpe político habia deci-
dido felizmente en su favor ; y mucho
mas lisongeándose de que podria dispo-
ner del corazon de Isabel con toda li-
bertad ; mas no fué asi : no pudo sacar
( 2o )
de ella todo el partido que deseaba, y
por esta razon se declaró contra su fa-
vorito Ministro de estado Besruschef: triun-
fó éste , y su grande enemigo el Mar-
ques de la Chetardie, agente de los ne-
gocios franceses en Petersburgo , fué ar-
rojado de esta capital y de todos sus
estados.
Frustrados por esta parte los ambi-
ciosos proyectos de la Francia contra la
jóven Emperatriz Maria Teresa, tomáron
aun peor semblante con la declaracion
de la Gran Bretaña en su favor : cono-
ció el gabinete de San James con la
sabia prevision política que le es propia,
que la monarquía universal era el objeto
de todas las atenciones del de Versalles,
y que la hubieran conseguido sin duda,
no tomando parte en los intereses de la
casa de Austria la Inglaterra, con per-
juicios muy graves de su libertad y cons-
titucion.
Se continuará.
( 2I )
NOTICIAS.
Que en Malagon se cantó el 26 de
Enero un solemne Te Deum en accion
de gracias por la gran victoria que en
el pueblo de Latorre entre Cuenca y
Almodovar del Pinar han conseguido las
tropas del Excelentisimo. Señor Duque del Infan-
tado sobre el exércitoenemigo , no solamente
recobrando la artilleria que habia toma-
do á una division nuestra, y posesionán-
dose de la suya , mas aun derrotándoles
un regimiento entero de dragones con mas
ocho ó diez mil hombres.
Que por un parte de la junta de
Teruel á la de Valencia en 23 de Ene-
ro consta que viendo el General Mon-
cey inutilizados los vigorosos esfuerzos ,
con que en los dias II , I2 y I3 in-
vadió á la invencible Zaragoza , se de-
terminó á emplear todo el resto de sus
fuerzas el I7, á cuyo fin arengó á to-
das sus tropas, resuelto á perderlas todas
antes que dexar de rendir á aquella ca-
( 22 )
pital y sus gloriosos habitantes: en efec-
to atacaron los enemigos en este dia, em-
pleando hasta la desesperacion, y tirándose
sobre las baterias ; á pesar del horrible
estrago que les causaban con su bien di-
rigida artilleria , ellos entraron en la ciu-
dad en número considerable ; sus vecinos
no permitieron se retirase esta visita ; les
recibieron con arma blanca , y á sus amis-
tosas reconvenciones, les obligaron á tomar
asiento por toda la eternidad : no quedó
uno á vida ; el mismo General Moncey
desfrutó del obsequio , pero no querien-
do tanto agasajo una coluna francesa ,
que quedó de reserva fuera de Za-
ragoza, tomó la huida con la mayor
precipitacion , y con la misma le persi-
guieron hasta Alagon nuestra caballeria,
y muchos paisanos ; que cuentan quando
menos de I5 á I6D gabachos muertos.
Que el Señor Cuesta ha desbaratado
completamente á un exército frances de
IoD de infanteria y 2D de caballeria ,
que por Talavera trataban de ir á sorpre-
hender á nuestra Suprema Junta Central.
( 23 )
Que nuestra linea y sus abanzadas
á la izquierda de Tarragona han adelan-
tado seis horas de camino, teniendo al-
gunos choques con los enemigos, y cau-
sándoles grande escarmiento. Los grandes
y sigilosos preparativos, que se alistan,
persuaden que se trata de cortar la
retirada á los enemigos. ¡Quanto debemos
pedir á Dios por el buen exîto de esta
empresa para gloria de su Santo Nombre,
y honor de nuestro apreciabilísimo Re-
ding !
Que de Filadelfia, en los Estados-
Unidos, escriben con fecha de Io de Di-
ciembre último , que aquellos habitantes
sufren aun la exclusion de todo comer-
cio á que desde Diciembre de 18o7 les
reduxo el embargo de aquel congreso ,
cuyo fin se ignora quando llegará, y que
todos en aquella parte de América sus-
piran eficazmente por el mejor exîto de
las armas españolas contra el enemigo
comun.
Que el dia 4 del presente entraron
en Sevilla 8oo Ingleses , que deberán
( 24 )
unirse á 6D mas, y 9D Portugueses, que
por momentos se esperan para incorpo-
rarse con el exército que se forma en
Despeñaperros, y constará de 8oD hom-
bres de infanteria y I5 ó 2oD de
caballeria.
ADVERTENCIA DE LOS REDACTORES.
Sienten infinito que los sugetos que ten-
gan la bondad de leer este periódico, pasen
por la molestia de ver repetidas muchas no-
ticias, que publican los diarios de esta ciu-
dad y muchos otros papeles, despues que es-
tos irremediablemente son copias aquellos de
estos y estos de aquellos : es indispensable que
asi lo hagan, ya por llenar la abligacion en que
se han constituido, y ya porque los interesados,
que por distancias ú otro motivo no puedan,
haber á mano dichos papeles, no carezcan de
noticias.
A causa de no tener los Redactores hasta
ahora caudal suficiente de correspondencia no
puede haberlo de noticias, qual el público jus-
tamente desea; pero en los siguientes periódicos
se adelantarán á todo lo posible.
LOS EDITORES
DEL ATALAYA PATRIÓTICO.
DE MÁLAGA.
El periódico que, baxo el nombre de ATALAYA PATRIÓTICO, em-
pezamos á publicar el II de Febrero fue leido al principio con
alguna indiferencia, como era natural; y era preciso que transcur-
riese algun tiempo, hasta que los hombres de juicio y de instruc-
cion lo conocieran y diesen su dictamen, que es el único medio
de acreditar qualquier escrito, ó desacreditarlo. El Atalaya ha sido
suficientemente conocido, y los inteligentes han hecho de el bas-
tante aprecio, tributándole bastantes elogios, y tal vez mayores
de lo que se merece. El Dialogo catre Carlos III y Floridablanca
lo han considerado interesante, por que con ingenuidad, claridad
y método expone las causas, que han producido nuestra debilidad
y preparaban la ruina de la nacion; é igualmente han opinado
del punto histórico , que demuestra claramente no ser la injusta
ocupacion del Portugal, y la invasion de España mas que una
linea del plan, que tiempo hace meditaba el gabinete de Versalles
de dominar la Europa entera. En quanto á la sinceridad y cla-
ridad en los discursos y reflexiones nos parece no haber faltado
á la verdad, y á los sentimientos de patriotismo , que el estado
de la patria exige de los verdaderos españoles; y entre otros exem-
plos citamos la proclama inserta en el número IX. Es verdad
que aun pudiéramos hablar mas clara y libremente; pero tambien
es cierto que no todo debe decirse á todos, ni en todos tiempos y
circunstancias; y que es menester manejar con mucho tino y delicadeza
la opinion pública para sacar buen partido, por que muchas veces
ella decide la suerte de las naciones. En el lenguage y la expre-
sion se ha procurado evitar toda chocarreria, impropiedad y baxeza
en las palabras, cuidando no degradar el idioma castellano con
vocablos impropios para denigrar á nuestros enemigos, y agenos
de la honradez castellana. Para manifestar de lleno la perfidia y
la iniquidad francesa basta y sobra con publicar ingenuamente la
conducta de los franceses y de su digno Emperador. Finalmente
nos hemos empeñado en que nuestro periódico corra con aplauso,
y lo hemos conseguido; asi es que los periodistas, aun los mas
acreditados , no se han desdeñado insertar en sus periódicos
las noticias y reflexiones del Atalaya.
Se continuará el extracto de la gazeta de Gibraltar, y solo de-
xará de publicarse, quando su contenido no ofrezca cosa digna de
el público, por cuya causa se ha omitido alguna vez su publicacion.
Es claro que la subscripcion en 14 reales cada trimestre es
muy moderada, y mucho mayor teniendo en consideración que el
freqüente extravio de algunos números de los remitidos por el
correo ocasiona gastos y consume tiempo, por esto nos ha pare-
cido conveniente añadir 3 reales á las subscripciones para fuera de
Málaga, que son 17 reales cada trimestre, precio que á ninguno
dexará de parecer equitativo
Los editores se comprometen de nuevo con el público, y se es-
merarán en conservar y aumentar la buena reputacion que su pe-
riódico ha logrado. Á este fin recibiremos gustosos qualquier escrito
que se nos remita, y se publicara si tiene el mérito que deseamos;
como por otra parte no abraze materias que no nos tocan, y que
solo pertenecen al gobierno que nos manda, en quien debemos con-
fiar descuidadamente si queremos recobrar nuestro honor, nuestra
libertad y nuestra independencia.
Se admiten subscripciones al Atalaya para el 2.° trimestre que
comenzará con el Número. XIV en Málaga casa tienda de Don. Josef Mayoqui.
Cádiz casa de Don. Nicolás Gómez Requena, imprenta del Gobierno.
Sevilla en la libreria de la viuda de Hidalgo y Sobrino. Córdoba
en la libreria de Don. Josef Francisco Berard. Granada en la libreria
de Don. Gabriel Martinez. Murcia en la libreria de Don. Josef Benedito.
Valencia en la imprenta de Don. Pedro Mallen y Compañia. Cartage-
na en la librería de Don. Fulgencio Gallardo. Jaen en la imprenta
del correo. Tarragona en la imprenta de la gazeta del Principado.
Manresa en la imprenta del diario. Ronda en casa de Don. Antonio
Hidalgo, administrador de correos. Xerez de la frontera casa de Don.
Emigdio Hidalgo. Algeciras casa de Don. Fernando Morillo y Compañia.
Badajoz casa de Don. Ignacio Quadros. Almeria casa de Don. Bartolome
Groppis. Y en las demas ciudades y pueblos en la administracion
de correos.
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