CODEMA_19-70-352
CODEMA 19-70-352
Resumen | Copia de la relación de los sucesos acontecidos en la ciudad de Málaga en contra del mariscal Nicolás Isidro. |
---|
Archivo | Archivo Histórico Nacional. Depósito de la Guerra, Estado y otros varios
|
---|
Referencia | DIVERSOS-COLECCIONES, 167, N. 14, ff. 7r-8v |
---|
Typology | Relaciones e informes |
---|
Fecha | 1835/03/25 |
---|
Lugar | Málaga |
---|
Provincia | Málaga |
---|
País | España |
---|
Opciones de visualización
Texto: - Mostrar:
Javascript seems to be turned off, or there was a communication error. Turn on Javascript for more display options.
[margen superior izquierdo: sello] Gobierno Civil de la Provincia de Malaga = Número = Excelentísimo Señor =
Los sucesos que acaban de ocurrir en esta capital hasta esta hora
que son las cinco de la tarde y de los cuales voy á dar cuenta á Vuestra Excelencia
escuso encarecerlos por que á su alta penetracion no se ocultará su im
portancia y consecuencias, que saquende ellos los enemigos del Gobier
no y del trono legítimo. = Destinado de Comandante General á esta Pro
vincia el excelentísimo Señor Don Nicolas de Ysidro, se notó algun disgusto en esta ciudad
pero habia cabreado con su presencia hasta que de algunos dias á esta parte
nació, y el Domingo ultimo 22. despues de que por disposicion suya se leyó
á ésta Milicia Vrbana en distintos puntos al frente de banderas la circular
espedida por el Ministerio de la Guerra sobre disciplina, concluido éste acto
con el mayor òrden, y al retirarse los Batallones con la mejor compostura
y moderacion hàcia la plaza general. se empiezan á oir algunos vivas
á la Constitucion: Como sucede siempre, lo que al principio fueron algunas
voces se aumentaron considerablemente, hasta el punto que al entrar
y reunirse ambos Batallones en la Plaza parecía (aunque así no fuese)
entre la inmensidad de pueblo que había en ella, vitoreando que toda
la Milicia daba los mismos gritos: Mientras las banderas se depositaron
en las casas Consistoriales continuaba la algazara, y los Gefes, oficiales y
muchos vrbanos en contenerla; y por ultimo se mandó que cada com
pañía se dirigiese al puesto que acostumbraban à disolverse. Hecho así,
la mayor parte de sus individuos se retiraron à sus casas à dejar sus
armas; mas unos cuantos vrbanos òpaisanos se dirigieron en grupos
ácia la casa del comandante general repitiendo los mismos vivas con
algunas voces contra su persona; al tiempo que por casualidad opor
malicia se dirigiéron dos ò tres arràs al àire en el mismo recinto: de
aquí nació la voz de alarma: empieza àcundir un grito de que su
guardia hacia fuego à los vrbanos; y entonces muchos de éstos se arro
jan à la calle armados. La obscuridad de la noche; la falta de verdad
ó certeza de lo que pasaba origináron un verdadero desorden y confu
sion que pudo acarrear lasmas fatales consecuencias: varios Gefes
de Compañia reunieron la suya en diferentes puntos, entretanto que
distintos grupos discurrian por la ciudad con gritos y vivas. Constituido
yo inmediatamente en casa de Vuestra Excelencia con los Gefes de plaza de la Guarni
cion, de la Milicia vrbana, y oficial y de ella se acordaron las medi
das conducentes para corregir restablecer la tranquilidad, a quitar los
ánimos, y cortarlos males que amenazaban. Efectivamente mientras
que el General quedo èn su casa para dictar providencias y bien asegu
rada su persona, y alternativamente acompañado de las que podian
cooperar de la milicia vrbana y muchos individuos de ésta que tienen prestigio
y un decidido interés por el orden, á recorrer los puestos en donde se oía
mayor gritería, y que en consecuencia había mas peligro, y mas necesidad
de remedios; y fuimos tan felices en aplicarlos à tiempo que al poco dieron
indicios de alguna calma, y positivamente de cesar los recelos de que pa
sase adelante ningun plan. Afianzado el nuestro, seguimos ya reu
nidos, ya sueltos, recorriendo calles y plazas, entrando y saliendo á
casa del General, y acudiendo à donde quiera que creiamos conducente;
pero ya no fueron necesarias mas medidas, seguimos todos con la ma
yor union y terminó la noche absolutamente sin la menor desgracia,
a pesar de que á la ultima hora se oyeron algunos tiros; y con la doble
satisfaccion de que la compostura y disciplina de las patrullas de los Regi
mientos de Ynfantería 1.º de Linea y 4ª de ligeros cooperaron tambien por
su parte à tan feliz ecsito como èra consiguiente à la buena educacion mi
litar que deben à sus benemeritos Gefes. = Ala mañana siguiente se em
pezaron á notar grupos alarmantes en la plaza, corrian de nuevo rumo
res contra el Comandante General y à eso de las 10,, hubo otro amago
de desorden de resultas de que el resguardo trató de hacer unos aforos
en una tienda de la calle nueva que està cerca de dicha plaza: los grupos que
estaban en esta corrieron á impedirlo, y cortado seguían en aumento, y los
rumores contra el citado Comandante General estensivos á que en aquella
noche se había de llebar á efecto á toda costa lo que en la anterior
había impedido el influjo y la persuasiva: en su vista, y despues que
por la mañana temprano habia pasado yo á su casa á leerle la minu
ta de la alocucion que creí debía dirigir al pueblo y que él me leyó la
tuya puesta según las circunstancias (de las que adjuntas tengo el honor
de acompañar egemplares) volví á su casa a darle cuenta de lo que
pasaba, y para resolver con mas acierto llamó à los Brigadieres Don José
Ceballos y Don Josè María de Reyna, y àlos Coroneles Don Carlos Brigadiera, que
la ès del 4.º de Caballeria ligera, y á Don Manuel Sanchez, del de Ynfan
tería del Rey, y consultados los datos mios con los que tambien tenias
s, y los que se vertieron en la misma Junta, con la medida capaz
de evitar los males que podian seguirse, y en la imposibilidad de contrar
restar su movimiento y deseo popular tan pronunciado, convino en
dejar el mando àtitulo de enfermo; y con la generosidad propia del
que assia el bien de su patria en vez de exponerla à ser envuelta
en desgracias, pasó en el acto al Brigadiera José Ceballos el de la Co
mandancia General y al teniente de Rey Don Francisco de Paula Conté,
el del Gobierno militar: Accion que difundida immediatamente
en el pueblo lo calmó de la inquietud que iba acrecentandose por
momentos, y asinque siguieron reunidos algunos grupos, no hubo la
menos novedad, hasta que á éso de las nueve de la noche se oyó un re
pique general de Campanas y fué iluminada la ciudad como por encan
to, mientras que los indicados gefes militares y yo seguiamos acom
pañando à Su Excelencia en su casa para preparar su salida para Granada,
como efectivamente los primeros en la carretera à buena distancia de
la ciudad acubierto de todo riesgo y con una escolta de caballería Ynfantería, e
hallando la ciudad à nuestra vuelta sin obgeto de atencion. = Ayer
24. amaneció la novedad de la ausencia del citado Comandante Ge
neral; y como dos noches y un día de agitacion en un pueblo, Vuestra Excelencia
con su superior ilustracion conocerá no ès facil dije restos de
conversacion para algunos corrillos; atribuidos por unos à satisfaccion
y aplausos por la salida de Su Excelencia, y por otros ási en la noche se
se intentaba poner una lapida de la Constitucion, avistados el nuevo
Comandante General y yo, en union, con la de los Gefes de plaza y de los
Cuerpos de la Guarnicion, los de la Milicia, todos los oficiales de esta, y
muchísimos de sus individuos que desde el primer momento del disgusto
han trabajado penosamente para cooperar con nosotros al deber mas
sagrado, pusimos en practica las medidas de precaucion necesarias,
y personalmente en egecucion cuanto convino para sostener los
sagrados derechos de la Reyna Nuestra Señora Doña Ysabel 2.ª con el resultado
mas feliz hasta éste momento que no ha ocurrido novedad. = Al te
ner el honor de dar parte á Vuestra Excelencia de estos sucesos por si tiene á bien
elevarlos al Soberano conocimiento de la Reina Gobernadora no pue
do menos de hacerlo del merito tan particular que han contraído
para restablecer el orden los Gefes de esta Plaza los de los Regimien
tos del 1.º de Ynfanteria y 4º ligeros de Caballeria y Artilleria con
su tropa Yngenieros y demas individuos que he mencionado; y
en particular el señalado servicio que ha prestado el Brigadier
Don Jose Ceballos al encargarse del mando en momentos tan es
pinosos en su edad y mas en medio de sus achaques = Serian
como las cinco y media de esta tarde cuando me citaron para
asistir al Ayuntamiento, que con los mayores contribuyentes
se reunia; y ahora que son las doce de la noche salgo para fír
mar este y decir á Vuestra Excelencia que una Comision de cada Compa
ñia de la Milicia Vrbana se ha presentado à las casas con
sistoriales con una peticion, sobre la cual se va estender una
representacion para dirigirla á Su Magestad por extraordinario,
En su consecuencia espero que toda esfervecencia calmará, y
por ahora no hay mas novedad. = Dios guarde á Vuestra Excelencia muchos años
Malaga 25 de Marzo de 1835 = Excelentísimo Señor= Ventura de Cor
doba = Excelentísimo Señor Secretario de Estado y del Despacho de lo
Ynterior
Es copia
Cordoba [rúbrica]
Descargar XML • Descargar texto