CODEMA_19-58-311

CODEMA 19-58-311

ResumenCarta del capellán José Pinto y Palacios a Martín García sobre la insubordinación y deserción de los pueblos malagueños.
ArchivoArchivo Histórico Nacional. Depósito de la Guerra, Estado y otros varios
ReferenciaESTADO, 62, F
TypologyCartas privadas
Fecha1809/07/24
LugarBenamargosa
ProvinciaMálaga
PaísEspaña

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Excelentísimo señor don Martín García. Señor. La insubordinación e imprudencia de estos pueblos me tienen tan fuera de que no puedo menos de cansar a vuestra excelencia a ver si por su medio logro la sumición y respeto de ellos en orden a contener la deserción, y que los que an incurrido en tan detestable delito lo conoscan y se sometan a hacer sus respectivos servicios a Dios, al rey y a la patria. Todos los pueblos sujetos a Málaga (en orden a defensa) están llenos de decertores: unos venidos de los exércitos, otros desde el mismo Málaga después de su presentación y otros que aún no se an presentado. Finalmente, otros que siendo aptos para las armas se hallan desechados por sobornos a médicos, sirujanos, medidores o con engaños por otro estilo. De esta casta de ombres están colmados estos pueblos (repito) abrigados por sus mismas gentes sin que a unos y otros sirvan de contenerlos las respetables órdenes de su majestad o de sus magistrados. No sucede a si, señor excelentísimo, en la demarcación de Velés (de donde por la inmediación tengo conocimiento), en cuyos pueblos no ai un decertor. ¿Y por qué ? Porque la junta de esta a dado providencias duras y las de aquella todas suaves. Deseoso yo de contener estas deserciones tan perjudiciales, e escrito a individuos de la junta de Málaga avisando las providencias que devan tomar para contener estos males; y no an tenido por conbeniente el adoptarlas. E avisado la mofa que se hace estos preceptos y que solo sirven de insolentarlos, y nada e adelantado. No , señor excelentísimo, en qué conciste que una junta compuesta de ombres de onor y verdaderos patriotas no aprovechen los avisos para remediar los males. Y para hacer ver a vuestra excelencia esta culpable concideración (motivo de insolencia) solo diré que aviendo los alcaldes de esta villa preso a algunos de los tales delincuentes hasta cuatro y sinco veces (de que se conservan recivos), apenas llegan a Málaga cuando se vienen tras del alcalde . Infiera aora vuestra excelencia que impresión harán estos hechos en los malévolos por un estilo y en los verdaderos patriotas por otro. No quiero molestar a vuestra excelencia y solo estimaré que (ocultando mi nombre, porque ciertamente me expongo a ser víctima de estos desalmados) eleve al conocimiento de su magestad el estado deplorable de estos pueblos en materia de deserción para que providencie lo que jusgue conbeniente. Añado que, no obstante, mi edad de 59 años está pronto a servir en obsequio a nuestra santa religión, de mi idolotrado rei y de mi amada patria, con la condición que ni quiero acto positivo ni estipendio alguno, y solo con la de no ser despojado del beneficio que obtengo en esta parroquia y que ofrezco a vuestra excelencia con el más respeto y con el más completo gusto. Dios guarde a vuestra excelencia muchos años. Benamargoza, 24 de julio de 1809. Besa la mano de vuestra excelencia su más atento servidor y capellán. Excelentísimo señor Joseph Pinto y Palacios [rúbrica]

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