CODEMA19-PRENSA17-EE.UU.-1898

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A la vista A última hora de la tarde de ayer divisaron los prácticos al vapor Gran Antilla que se dirigía á nuestro puerto, á la vista del cual fondeó poco después de las seis y media. [margen izquierdo manuscrito: 18] Como la ley de Sanidad prohibe terminante- mente dar entrada de noche á los barcos, el Gran Antilla permaneció fuera de puerto has- ta el amanecer de hoy. [margen izquierdo manuscrito: Ley] Solemne espectáculo Hasta ahora no conociamos sino por los re- latos de los periódicos las conmovedoras esce- nas de la repatriación; esta mañana hemos si- do testigos de ellas, con motivo de la llegada del Gran Antilla. [margen izquierdo manuscrito: Repatriacion] El espectáculo ha sido hoy más solemne que [margen izquierdo manuscrito: 98] triste; el cuadro no ha presentado por fortuna las notas tristes, lúgubres, desgarradoras que [margen izquierdo manuscrito: Nobiembre] ofrece en la generalidad de las ocasiones; no hemos presenciado la escena fúnebre y terri- ble del desembarco de infelices enfermos, cuyo estado inspira lástima, de agonizantes y de cadáveres, cuya vista arranca exclamaciones [margen izquierdo manuscrito: 5] de dolor y lágrimas de sentimiento. Hoy si hemos visto rostros anegados en - grimas eran más bien lágrimas de alegría. Los semblantes tostados de aquellos valientes que regresan de Puerto Rico se han conmovido por la emoción al pisar de nuevo la bendita tierra patria; las madres, los parientes -sobre todo las madres- de los que llegaban, han proferido gritos de satisfacción y han llorado con lágri- mas de alegría al estrechar entre sus brazos al ser querido; los menos curiosos tampoco han podido permanecer indiferentes ante tales escenas Desde muy temprano, antes de la seis de la mañana, multitud de personas invadían los Muelles en espera del desembarco. Amaneció un gran día, sereno y explendido; á poca dis- tancia se veia el Gran Antilla, bandera izada, aguardando el momento en qué, cumplidas las formalidades de rigor, comenzara el desem- barco. ¡Cuántos corazones latían violentamente pre- sos de la impaciencia!... A bordo A las seis de la mañana embarcaron en la falúa de carabineros el gobernador civil señor marqués de Santa Marina, el alcalde Señor Pérez Torres, el gobernador militar de la plaza ge- neral Ortega, y su ayudante el Señor Moreno Cas- tañeda, el director y secretario de Sanidad Marítima don Salvador Ruiz Blasco y don Eu- genio Pastór Marra el comandante de Marina don Leonardo Gómez de Mendoza, el adminis- trador de Aduanas, dos oficiales de carabine- ros, el mayor de plaza señor Zapata y un vista. Una vez al costado del buque, y previas las formalidades de rigor, era echada la escala y las citadas autoridades pasaban á bordo. Alli se cumplió con cuantas medidas sanita- rias han sido dictadas. El buque El vapor Gran Antilla ha sido contratado por la Trasatlántica á la casa F. Prats y Com- pañía de Barcelona para el servicio de repa- triación. Desplaza 3.231 toneladas. Tiene 103 metros de eslora, 12,96 de manga y 8,46 de puntal. Fué construido en Hull el año 1884. Lo manda el capitan Don José Bayona y su tripulación se compone de 68 hombres. Salió de Puerto Rico el 20 de Octubre último y pasó á la vista de Cádiz á las siete de la ma- ñana de ayer. A causa del estado del mar y de fuertes vien- tos, el buque ha perdido dos dias en la navega- ción. Después de algunas maniobras, atracaba el barco al Muelle de Sanidad á las ocho y diez minutos. En tierra A las ocho y quince caía la escala y saltaba á tierra, (el primero), el jefe de la expedición Don Augusto Paniez, teniente coronel del bata- llón de Alfonso XIII. Las fuerzas que componen éste fueron obse- quiadas á bordo con espléndido rancho, for- mando después en columna de honor delante de las casetas pertenecientes á las compañias de embarque, allí exitentes, donde era conte- nida inmensa ola humana por una sección de la guardia civil de caballería, un piquete de infantería y agentes del Cuerpo de Vigilancia. En aquel momento se encontraban en los muelles el presidente de la Diputación Provin- cial, el coronel del regimiento infantería de Ex- tremadura Don Antonio Diaz Arias de Saavedra, el teniente coronel del mismo Don Juan Barrigas Elias, los capitanes Don Juan Iglesias, Don Juan García Santos, Don Luis Leria, Don Juan Sos y Don Juan Nieto y los segundos tenientes Don Emi- lio Maroto La Vieja, Don Manuel Leria, Don Ra- fael López Benitez y Don José Linares, el coro- nel de Borbón Don Antonio del Rosal y Vázquez de Mondragón, el teniente coronel Don Alberto Antón y Vivas, los comandantes Don Ignacio Garcia y Don Carlos Carranque, los capitanes Don Francisco Roldán, Don Francisco Sánchez, Don Lucas de la Cuadra y Don Francisco Gonzá- lez Galiano, el primer teniente Don José Marti- nez de Castilla y los segundos Don Eugenio Arrojo, Don Ricardo Navarro, Don Eugenio San- tana, Don José Oliver Peña, DonAntonio Lacal Gómez, Don Raimundo Garcia y Don Mariano Fa- rrañaga. El teniente coronel de húsares de Pavía, don Federico Arnaiz, el comandante secretario de este gobierno militar Don José Márquez, el cura del regimiento Borbón, el teniente coronel de la guardia civil Señor Diaz y oficiales del bene- mérito instituto, el teniente coronel de cara- bineros, comandante y tenientes, concejales, el Jefe de vigilancia Don Antonio Corpas, los secretarios particulares del gobernador civil y alcalde Don Juan del Castillo Zapatero y don Luis Segalerva, el comandante de la guardia municipal Don José A. Pedraza, los inspectores de policía Don Diego Pareja, Don Nicolás Cortés, Don José Castillo y Don Manuel Hervas Argüelles, el teniente de la guardia municipal Don Julian García Olivares. La Cruz Roja Tambien vimos allí dos comisiones de «La Cruz Roja» Una de señoras compuesta de la Señora Viuda de Aubaredes, de Pérez Torres, Sampsón de Diaz Escovar, Solo de Zaldívar, Campuzano y señoritas Paca y Margarita Campuzano, María Baquera, María Cámara, Adela y Ramona - rez Accino, Isabela Laá, Elia Oyarzábal, Maria y Luisa Gomez de Cádiz y Maria Scholtz, y otra de caballeros presidida por Don Lorenzo Cendra y en la que figuraban los Señores Don Nar- ciso Diaz Escovar, Don José Cárlos Bruna, don Eduardo Bertuchi, Don José Lachambre (hijo), Don Juan Rodriguez (cura de la Victória), don Ramón Urbano, Don Francisco Viana Cárdenas, Don Arturo Reyes, Don César González de Lara, Don José Huertas y Don José Morales, (médico). La bandera A las nueve y cuatro en punto descendía del puente un segundo teniente con la bandera del batallón de Alfonso XIII. Las bandas de música de Borbón y Extrema- dura entraron la Marcha Real y todas cuantas personas allí se encontraban descubriéronse en medio del más imponente silencio. El acto resultó el extremo conmovedor. Al cuartel Organizado el batallón emprendió éste la marcha, con dirección al Cuartel de la Mala- gueta, precedido de varias parejas de la guar- dia civil de caballeria y de la banda de músi- ca del regimiento de Extremadura. Tres enfermos Fueron conducidos al Hospital militar en el coche ambulancia de la Sanidad los soldados Estévan Garcés, Mariano Esquerdo y Domingo de la Rosa. Los dos primeros vienen enfermos con disen- ería y el último con tuberculosis. «La Cruz Roja» socorrió á cada uno con cin- o pesetas,

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