CODEMA_19-PRE-AP-247

CODEMA 19-PRE-AP-247

TitleCODEMA 19-PRE-AP-247
Text type
SummaryNúmero 7 de "Atalaya patriótico de Málaga" que incluye un fragmento de "Ensayos políticos en forma de diálogo entre Carlos III y el Conde Floridablanca", una descripción histórica, noticias militares, las embarcaciones que entran y salen del puerto y un catálogo de precios de algunos productos.
RepositoryHemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España
TypologyOtros
Date1809/03/25
PlaceMálaga
ProvinceMálaga
CountryEspaña
NoteImágenes: https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=de2beca6-5a1f-479e-9329-94e61859a039
TranscriptorIván Muñoz Muñoz y Estrella García Muñoz

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ATALAYA PATRIÓTICO DE MÁLAGA. NÚMERO. VII. DEL SÁBADO 25 DE MARZO DE 18o9. Continúa el dialogo entre Cárlos III y Floridablanca. ¡Desventurada España, que has abierto la entrada á la irrupcion del vicio, que es quien destruye y acaba con las naciones; y vas desterrando de tu herboso suelo la virtud, que es el unico apoyo que sostiene los estados! No presenta la his-toria de los vicios y maldades de los ( I46 ) hombres una época de mayor corrupcion y abandono, y en que se viese una corte gobernada por principios mas viles y detestables que la de Madrid. ¡Ay in-felices Españoles y sin ventura! ¡Y que papel y representacion tan ridicula y ver-gonzosa hemos hecho en la Europa y en el mundo por espacio de cerca de 2o años, los que otras veces eramos el objeto y asunto de la admiracion de todos! ¿Qué dirán de nosotros las generaciones venide-ras, y que concepto formarán las naciones lejanas del saber, del valor y de la virtud de los españoles, quando lean el reynado de Cárlos quarto¿ ¡Pluguiera al cielo que la historia se dignase correr el velo sobre tan triste quadro, y no traspasar á la pos-teridad estos dias aciagos cubiertos de des-honra, de infamia y de ignominia! ¡Qué exemplos de oprobrio y de baxeza dexa-mos á nuestros nietos, los que tan nobles y grandes los hemos recibido de nuestros abuelos! Las horribles conseqüencias que de tales principios se siguieron en la na-cion, fueron las que naturalmente debian ( I47 ) temerse. Cárlos. ¿Y mi hijo Cárlos era sabe-dor de tanta maldad y la consentia? Floridablanca. Vuestro hijo Cárlos, que segun se ha visto, nació mas para ca-zar perdices, que para gobernar naciones, no tenia mas gusto ni placer que dar con-tento á su esposa, á quien amaba mas de lo que necesitábamos los españoles, y al joven Godoy, mas lividinoso que Cómmo-do y Sardanápalo, y mas avaro que Pig-malion y Aquiles; y que aturdido, las-civo y avaro no vió en el gobierno ab-soluto de que se hallaba encargado, mas que el poder satisfacer impunemente sus pa-siones. Desde aquella época fatal no se vieron mas leyes, que una multitud de ellas, expedidas tumultuariamente y sin consejo, dirigidas todas á empobrecer la nacion y arruinarla, para sostener su fausto oriental, y su opulencia incalculable. Vues-tro hijo Cárlos, dotado de un corazon su-mamente honrado, cándido y dócil, era demasiado bueno para Monarca, y hubiera sido el mejor de todos, si hubiera sido ( I48 ) bien aconsejado, pues era benigno, huma-no y amante de la religion y la justicia. Cárlos. Acabo de conocer ser la suerte de los Reyes la mas infeliz de la de todos los hombres, pues no tienen el uso de la libertad, ni aun de la razon. Se-mejantes á los que padecen ictericia, ca-si nunca ven las cosas como son en si, si no baxo el falso color con que se las presenta la adulacion, que los envuelve y rodea como un velo impenetrable; ó semejantes también á los ciegos que discur-ren de los colores solo por lo que oyen y escuchan. Floridabianca. Es en verdad suma-mente lamentable la suerte de los Reyes, siempre circunvalados de la vil lisonja y adulacion, y por que son tambien mui pocos los vasallos honrados y generosos, que se atrevan á desengañar los Reyes, y declamar por la felicidad de los pue-blos, haciéndoles ver su estado; no obs-tante no es imposible á los Soberanos sa-ber la situacion de la nacion, quando de veras desean saberla: la historia nos ofrece ( I49 ) muchos exemplos de esta importante verdad. Vuestro hijo Cárlos preguntaba de paso por la situacion de sus vasallos, y volvia á la caza tan contento y satisfecho por que el Visir español le aseguraba no haber ha-bido jamas una nacion tan contenta y tan feliz como lo era la española baxo su reynado. Cárlos. ¿Y la Grandeza española, que tanto influxo y poder ha logrado en la corte de España, como sufria ese mostruo abominable, y no repetia en él, el trágico suceso del favorito Don. Alvaro? ¿Fué quizá posible que esta clase respetable, á quien no debia separar del cumplimiento de sus deberes ni el interes, ni la ambicion, pues la nacion los habia colmado de honores y riquezas, tributáse tambien homenage al tirano, y admitiera su dominacion despó-tica? Floridablanca. Si Señor, fué posible y aun asi sucedió, por que á la Gran-deza española solo le habia quedado el nombre á excepcion de algunos pocos, que tomaron la honrosa, pero inútil resolucion ( I5o ) de separarse, no pudiendo sufrir la pre-sencia del autor de tantos males, y que ellos solos no podian remediar. Este hom-bre malvado, que se desmontó del caba-llo, y aun con las botas empolvadas subió á tomar en sus manos el timon del go-bierno, y que tuvo en ellas todos los ho-nores y los premios infestó y contaminó con su distribucion injusta desde la clase mas elevada hasta muchos de la plebe, á quienes tuvo la osadia y descaro de ele-varlos á los empleos mas distinguidos. Parecerá increíble la corrupcion de cos-tumbres y degradacion de caracter á que conduxo este indigno á la nacion española; y solo será creible á los que han tenido la desgracia de sufrirla y observarla. Los jurisconsultos y los magistrados, que en mejores tiempos supieron en las famosas cortes sostener la dignidad de la patria y dictar sanciones para su honor y felicidad vinieron á tanta mengua y descrédito, que de ellos se formaban los cobardes y pér-fidos Azanzas y Urquijos... Nuestros ro-bustos y valientes campeones, aquellos que ( I5I ) quebrantaron el poder de Roma, que li-bertaron la patria arrojando de su suelo millones de los de la media luna, y que en el siglo de oro de nuestras glorias do-maron al nuevo mundo, é hicieron á un tiempo temblar la Holanda, la Flandes, la Alemania, la Francia, la Europa entera... Aquellos gloriosos militares murieron y pa-rece se llevaron consigo el honor y fama de las armas españolas, y aquel aspecto severo y belicoso, cuya sola vista intimida-ba al enemigo; pues ya no se veia sino una multitud de oficialillos, tan vanos como ig-norantes, sin fuerzas físicas ni morales con semblante y catadura mas femenina que varonil, y comandados por unos xefes peores aun que ellos, por los viles y traidores San Juan, Ofarril, Mazarredo, Negrete, Morla... Se continuará. Prosigue la descripcion histórica. Mas no por esto se debilitó el fue-go de ambicion con que el gabinete de Versalles aspiraba á la dominacion de la ( I52 ) Europa; creyó conveniente á su gran proyecto, encender la guerra por la par-te del mediodia, y enredar en ella á la España, y esto era del caso, para que és-ta Potencia que igualmente que otras habia salido garante á la casa de Aus-tria, por la seguridad de sus posesiones en cumplimiento de las disposiciones tes-tamentarias de Carlos VI á favor de su hija Maria Teresa, se echase fuera de esta obligacion, y de este modo que-dase el Austria menos abrigada de recur-sos, para reclamar sus derechos sobre la Lorena, que algun tiempo despues le ha-bia quitado la Francia, en cuyas manos estaba poco segura su posesion, por la referida garantia. Entablada la guerra entre Austria y España, á ésta se le hicieron concebir es-peranzas de entrar en parte de la des-membracion, y proyectado repartimiento de los estados de aquella, y la Austria no perdió las de resarcirse de la pérdi-da de la Lorena con alguna nueva ad-quisicion sobre las propiedades Españolas ( I53 ) con los derechos de la guerra. Este plan produxo todo el resultado á que aspi-raba la Francia; sacó fuera de las obli-gaciones de su garantia á España, y quan-do ésta contaba con la alianza del go-bierno de Versalles para obrar contra la Austria, se vió sola en el teatro de la guerra: sin su conocimiento hicieron los franceses la paz con los austriacos, y estos no solo tomaron la Etruria á los españoles, sino que encerraron de tal mo-do su exército en Italia, que estuvo mui á la orilla de perderse todo. Nada importa al gobierno frances de que se le acuse públicamente de una declarada felonia con sus mayores ami-gos y aliados, como consiga subir al tem-plo de la fortuna, jamas se avergonzó de que se dixese que lo habia logrado por las torcidas sendas de la mala , y del horroroso maquiabelismo. Á estos viles re-sortes cometió la Francia la usurpacion de la Lorena, la seguridad de su posesion el aquietamiento del Austria con la toma de Etruria, la debilitacion de la España ( I54 ) con esta pérdida, y el quebranto de su exército, y por último la revolucionaria inquietud de la Europa. El rico comercio de Inglaterra, su po-derosa incontrastable marina, y la decidida proteccion con que estaban declaradas sus fuerzas, por la causa del Austria, eran artículos que ocupaban é inquietaban de-masiado las atenciones del gobierno de Versalles. La combinacion de sus esqua-dras con las de España, pensó seria un poderoso medio para entretener, quando menos las fuerzas Británicas, resultando pre-cisamente ó su ruina, ó el quebrantamiento de las españolas, pues aunque todo no le era igual, y siempre hubiera apetecido sobre todo la aniquilacion de la Gran Bretaña, no siendo esto asequible por en-tonces, siempre sacaba partido de las pér-didas de qualquiera, como no se menos-cabasen sus intereses y fuerzas dispuestas en todo tiempo para atacar al que re-sultase debilitado. (¡Qué nobleza de pen-samientos!) Bien comprehendemos que el historiador debe ceñirse únicamente á la ( I55 ) narracion de los hechos, sin meterse en hacer crítica de ellos; pero si esta crítica es la misma narracion, ¿quien puede pres-cindir de la precision de criticar? Asi es que aquella irónica nobleza de pensamien-tos está comprobada con la fealdad de los hechos mas escandalosos. Con los fines que quedan ma-nifestados, y supuesta una alianza invio-lable entre España y Francia, salieron del puerto de Tolon sus escuadras con-vinadas contra la inglesa; la encontra-ron en las aguas del mediterraneo; se trabo la pelea mas sangrienta, y quando se disputaba con mas furor vio todo el mundo que abandonando los navios fran-ceses la decantada alianza con la esqua-dra española, volvieron la espalda al con-vate ignominiosamente, la dexaron sola en él, y se restituyeron á sus puertos con la exêcrable pública nota de perfidia, al paso que llena de gloria y honor, entró la esquadra española en el suyo de Car-tagena. España siempre rica, fué siempre ob- ( I56 ) jeto de la ambicion francesa: España siem-pre poderosa, siempre fué temida de aque-lla nacion, cuya flaqueza constitucional ja-mas podia barajar sus fuerzas; pero Fran-cia siempre ansiosa y siempre astuta nun-ca abandonó sus miras ni dexó de la ma-no las armas del engaño y pérfidas in-trigas, que creyó seguras, empleándolas contra el honrado caracter y buena , que han formado la esencia del español. Con-tando con esta bondad y su malicia, y viendo por otra parte que no podian ser-les favorables las medidas hasta entonces adoptadas, ideó un nuevo plan, que fue estrechar de un modo mas firme su alianza con España, de forma que ligada ésta con mas apretados nudos, pudiese ser obligada por su astucia á empeños en que olvi-dándose de los propios intereses, y diver-tidas sus fuerzas en atenciones distantes de ellos, fuese poco á poco debilitando su poder, y haciéndose de este modo asequi-ble al ambicioso diente de la Francia. El tratado de familia (¡quan ominoso para nosotros!) llenó todo el plan que ( I57 ) se propuso el gobierno de Versalles: que las dos casas de Borbon en España y Fran-cia fuesen consideradas como una sola: que los vasallos de ambas coronas desfrutasen recíprocos intereses: que las pérdidas de una nacion fuesen resarcidas con las adqui-siciones de la otra, y que España decla-rase nueva guerra á la Inglaterra, inva-diendo al mismo tiempo á Portugal; He aquí los principales artículos de la mali-ciosa máscara del pacto de familia. Por los años de 1761 hubo de sos-tener la Gran Bretaña una terrible guerra contra la Francia, perdió ésta á manos de las gloriosas armas de aquella, varias de sus mas interesantes colonias ultramarinas, y no pudiéndolas reconquistar, ó haciendo la paz ó continuando la guerra, se valió la pérfida Francia del tratado de familia para obligar á que se declarase la España contra la Inglaterra, emprendiendo al mis-mo tiempo la conquista de Portugal. Era este el medio seguro para que verificado el logro de la segunda parte, y debilitado el comercio lucrativo entre Inglaterra y ( I58 ) Portugal, se viese el gabinete Británico en la precision de restituir á la Francia sus posesiones americanas, en cambio de que España volviese á poner la Lusitania en poder de su legítimo dueño. Á todo esto obligaba el insidioso tratado, y á mucho mas obliga la maldita razon de estado, quando pierde el norte de la razon. ¿Pu-do jamas concebirse una sobre que se apo-yase la usurpacion de Portugal, arrancando su cetro de unas manos pacíficas que á nadie provocaban, ni tenian la menor parte en las querellas de los contendientes? Se continuará. NOTICIAS EXTRANGERAS El capitan Doan que llegó á Boston, pro-cedente de la Habana, informó á su gobier-no, que los habaneros, en razon de una carta que pudieron interceptar, que se dirigia por Tayllerand al Presidente de los Estados Unidos, deduciéndose de su contenido cierta conformidad de senti-mientos entre la Francia y aquellos republicanos de América, concibieron y ( I59 ) manifestaron tanta indignacion contra ellos que insultados de muchos modos los que se hallaban en la Habana en la actuali-dad de leerse en público por su Gober-nador la referida carta, hubieron de jun-tarse los capitanes de buques america-nos, representando al gobierno el com-promiso en que se hallaban y suplican-do se suspendiese todo juicio contra los de su nacion, hasta tener datos mas se-guros sobre sus opiniones en aquel punto. A conseqüencia de esto se formó en Nueva-York en I2 de Noviembre una solemne asamblea, en la que despu-es de haberse controvertido suficiente-mente se acordó: que pues era visto que todas las disposiciones de su Gobi-erno se dirigian á complacer al de Fran-cia en recompensa de la insidiosa amis-tad que ésta manifestaba á los ameri-canos, resultando de aquí no solo ser ellos el objeto del ridículo desprecio con que eran mirados de todo el mundo, sino que por esta causa se veian arruinados su comercio, su industria y libertad, debian to- ( I6o ) dos unirse entre , para formar una cons-titucion que tratase del medio conveni-ente para separar de su Gobierno á to-dos los que fuesen adictos al sistema que tantos males les acarreaba. Londres 24 de Diciembre. Bonaparte, amante siempre del sexô delicado, y conociendo quanto convienen á su salud las contribuciones periódicas ha decretado que á mas de las que por órden de la naturaleza sufren las mu-geres de París, estén sujetas á una pe-cuniaria que sin embarazo ó con el de-ben aprontar cada mes; para lo qual se ha hecho un riguroso empadronamiento de todas ellas, previniéndoles que la que sin licencia expresa se excuse á esta con-tribucion, será multada con la pena de Ioo francos. ¡Que excelente descubrimi-ento para los médicos! Truro 8 de Febrero. Se asegura que en Cádiz á juntarse un exército ingles de 5o á 6oD hombres, ( I6I ) cuya vanguardia al mando del General Sherbrook se ha hecho ya á la vela. El mismo destino tienen otras tropas que se embarcan en Lisboa, y segun noticias los transportes últimamente llegados de la Co-ruña se hallan con orden de tomar igual direccion á la mayor brevedad. Gibraltar II de Marzo. El 5 del corriente, y á los I2 de navegacion, llegó la balandra de la marina real Arrow al mando del Capitan Hawkes procedente de L’Orient, conduce despa-chos, y trae la noticia de que el Señor J. Duckworth noticioso de la salida de la esquadra de Brest y de L’Orient el 22 del pasado con direccion á la Martinica habia salido en su seguimiento con la suya dos dias después. NOTICIAS NACIONALES. Galicia. Ignoramos el estado presente de este reyno, pero algunos extraviados del exér-cito de la Romana aseguran que el pue- ( I62 ) blo de Galicia ha tomado ahora la pro-videncia y resolucion, que si hubiera adop-tado tres ó quatro meses antes, como de-bia, hubieran conservado aquellos naturales el honor de que se gloriaban de no ha-ber sido jamas conquistados de nadie, hu-bieran sostenido la confianza y buen con-cepto que debemos á esos heroes isle-ños, no dando motivo á que los franceses y los malos españoles infundan desconfian-zas y rezelos, sobre la estrecha union y sobre el estado de nuestra causa, creyen-do ó publicando maliciosamente hallarse ya desesperada, como si la salvacion de la patria estuviese apoyada en la conservacion de la parte de una provincia, que estaba indefensa; tendriamos allí un exército con-siderable, y los honrados, robustos y for-zudos gallegos, no se verian en la dura y vergonzosa necesidad de tener que pre-parar para la posteridad y á la Europa, disculpas de su vergonzosa entrega. Za-ragoza, Aragón... ved aquí, españoles, la senda única que nos ha de conducir á la gloria, á la libertad, á la independencia si ( I63 ) la seguimos, y si no, no. Los pocos es-pañoles que quedaron con vida en Za-ragoza, y que son conducidos al Rhin y al Vístula, prefieren, como almas grandes, la muerte á la esclavitud, y los que entre mil peligros alcanzan su libertad no van como otros infames á conservarla á sus ho-gares y al seno de sus familias; sino que penetrados del mayor furor y entusiasmo marchan inmediatamente á unirse con sus compañeros los aragoneses, infundiendo por donde quiera que transitan exemplos de valor y patriotismo. Tal es la conducta de los bravos aragoneses, al tiempo mismo que los descendientes de Pelayo y de Ramiro, encumbrados en las altas y nevadas cimas de la montaña, y mirando por todas par-tes ansiosamente, por si ven algunos espa-ñoles con quien incorporarse para rescatar segunda vez la España, solo ven quadrillas de gallegos, que atraillados como perros que van á cazar, llevan pintados en sus tris-tes semblantes la pena y sentimiento de ir á conquistar nuevos tronos y nuevos países para el tirano, que les conquistó el suyo ( I64 ) por no haber querido morir ó vencer con gloria en la defensa de su Rey y de su Patria. ¡Qué diferencia tan notable entre los mismos españoles! Los gallegos han sentido ya plenamente (plegue á Dios no sea tar-de) todo el peso de su ignominia y abjec-cion, toda la falsedad de las promesas de los que á fuerza de mentiras y sobornos han sabido conquistar media Europa: y el rico y el pobre, el grande y el pequeño, el fuerte y el débil han tomado todos las armas y tratan de sacudir el yugo que tan fa-cilmente les impusieron, y que no podrán sacudir ahora sino con mucha dificultad. Si nos fuera dado el poder ahogar los sen-timientos de amor y de compasion debe-riamos mirar con sumo gusto la suerte de aquellos cobardes y viles españoles, que no queriendo lidiar y morir ó vencer por su Religion santa, por su Rey cautivo, por su afligida patria, por sus costumbres, por sus bienes, por su honor, por su todo en las fértiles y deliciosas márgenes del Ebro, del Bétis, del Guadiana, del Tajo y Duero, irán á morir elados de frio en los bosques y pántanos ( I65 ) del , del Danuvio, del Rhin y del Elva, á favor del ladron de Europa, y contra unas gentes que no les han hecho otro daño y agravio que querer sostener con gloria una causa que ellos abandona-ron vilmente. Aragoneses, no hablamos con Aragon. La Europa os ha dado un lugar muy distinguido en el templo de la fama, vuestro nombre volará hasta los confines del mundo y de los tiempos, y quando nuestros nietos y descendientes refieran las glorias de sus mayores, y citen exemplos de valor y patriotismo, entonces Zaragoza será el mayor exemplo, Aragon el méjor recuerdo, y los aragoneses ceñidas sus fren-tes de laureles teñidos en sangre francesa ocuparán debidamente el lugar de los numantinos. Cadiz. Han llegado á esta bahia quatro trans-portes con 5oD vestuarios que nos envia la generosa nacion Inglesa, y se asegu-ra también que dichos barcos conducen 2oD fusiles. Por una gazeta de Madrid se sabe ( I66 ) que Napoleon ha dado en 25 de Fe-brero los dos siguientes decretos: . Que la España, por su insubordinacion y error te-merario en despreciar la felicidad y re-generacion, que le ha prometido, sea con-siderada como pais y provincia ( I ) ex-trangera sometida á el imperio Francés. . Que la dinastia Austríaca sea proscripta, y su hermano Josef sea nombrado Rey ( 2 ) de Austria, Hungria y Boemia, En seguida de éste decreto, marchó á Maguncia, á ponerse al frente de sus tropas en la confederacion del Rhin para dar execucion al decreto concerniente al nue-vo reyno de Austria. Málaga 25 de Marzo. A conseqüencia del decreto de la Junta Central de Io de Enero último relativo al establecimiento de fábricas de cañones de fusiles, y premios ofrecidos ( 1 ) ¿Donde habrá visto el ladronaso pro-vincias de esta calaña? ( 2 ) ¡Eh! Ya es menester que comencemos á llorar los españoles como los napolitanos, por que se nos va Pepito. Vayase muy en hora mala y con cincuenta mil legiones de demonios. ( I67 ) á los que llenen el contenido de dicho decreto; se trata de establecer por esta Junta de Gobierno en esta ciudad una fá-brica que dará por ahora 4oo cañones al mes; asi mismo se hacen I2 sillas de montar cada dia, para el exército. NOTICIAS DEL PUERTO. Embarcaciones que en él han entrado desde el dia I3 hasta el 2o de Marzo con cargamento para esta ciudad y América. Bergantín Fernando el restaurador, Capitan Ca-yetano Olivella, de la Habana con azucar, ca- y cacao. Laud Jesús Nazareno, Patron Agustin Arnau, de Peñiscola con vino. Tartana Jesús Nazareno, Patron Sebastian Be-nasco, de Cadiz con azucar y bacallao. Bergantin Vírgen del Rosario, Capitan Salvador Nett, de Canet con vino y otros géneros para Buenos-ayres. Bergantín Santa Tecla, Capitan Francisco Ca-ñellas, de Tarragona con vino y aguardiente para Montevideo. Mistico de Su. Magestad., el Terrible, de Cartagena en diligencias del Real. servicio. Xabeque San Antonio, Patron Fermin Py, de Tarragona con vino y aguardiente. Bergantin el Patriarca, Capitan Francisco Pas-qual de Tarragona con vino aguardiente y otros efectos para Montevideo. ( I68 ) Laud San Antonio, Patrón Francisco Cotell, de Tarragona con vino y aguardiente. Falucho San Rafael, patron Josef Suris, de San Filiu con vino y aguardiente. Laud San Josef, patron Miguel Sanchez, de Al-meria con barrilla y obra de esparto. Barco Virgen del Carmen, patron Vicente Peiró, de Culleras con arroz. Laud Virgen de los Dolores, patron Joaquin To-mas, de Peñiscola con vino. Falucho San Luis, patron Christoval Lloret, de las Águilas con vino. Canario San Antonio, patron Rafael Omedes, de Tortosa con vino y aguardiente. Falucho San Juan, patron Pedro Zaragoza, de las Águilas con vino y almendras. Laud San Josef, patron Manuel Valentin, de Almuñecar con miel y aceyte. Laud Virgen del Carmen, patron Josef Romero, de idem con idem. Precios de granos y otros géneros en la Alhon-diga y almacenes en 25 de Marzo. Trigo segun calidad la fanega. de 40 á 50 reales. Cebada de la tierra idem. de 23 á 25. Idem de la costa á 22. Aceyte de oliva la arroba. 41 ½ á 42. Aguardiente. prueba de aceyte arroba. 33 á 35. Cacao de Caracas la fanega. á 68. pesos. Arroz de Valencia la arroba. de 27 á 29. reales. Azucar blanca de la Habana de 60 á 64. Idem terciada. la arroba. á 5o. Manteca de Irlanda la libra. á 8.

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